De toda la actuación relacionada con el nuevo puerto deportivo de la ETEA hay una destacada: la construcción de un espigón perpendicular al muelle de abrigo principal.

El borrador del convenio sostiene que ese brazo de escollera permitirá la creación de una "gran playa artificial". En realidad se trata de recuperar un espacio que ya existe pero que las sucesivas intervenciones en el entorno lo han reducido de tal forma que la playa sólo es visible con la bajamar.

Los técnicos mantienen como primer paso para crear ese gran arenal la aportación de 145.000 metros cúbicos de arena, que procederían del dragado previsto de toda la dársena. En principio mencionan el depósito de esa cantidad al entender que la nueva escollera contribuiría a conservar y equilibrar la lengua de arena artificial.