La zona más céntrica de Vigo empezó a forjarse en la década de los 60 del siglo XIX, tras la aprobación de la ley de ensanche de las poblaciones. Burguesía y sectores más dinámicos se instalaron en el centro, y pasaron a ejercer su influencia en la arquitectura. De ahí el alto número de edificios con valor patrimonial, construidos en distintas épocas y en numerosos estilos. Racionalismo, modernismo o eclecticismo son algunos de ellos. El avance del Plan propone la protección de cerca de un millar, el triple de los que preserva la normativa municipal en vigor. El Plan actual se limitó a blindar los edificios de mayor valor para evitar pérdidas patrimoniales como la del Hotel Continental o el Mercado de A Laxe.

La construcción naval, industria en general y el impulso del sector pesquero y conservero incidieron decisivamente en Vigo. De menos de 10.000 habitantes cuando se impulsó ensanche, la ciudad pasó a 137.000 en 1950, y duplicó su población desde entonces hasta hoy. Apenas hubo oportunidad para ejecutar los distintos planes urbanísticos como el de Ramiro Pascual (1907), Palacios (1932) y Cominges (1937).