"El lugar está muy bien elegido. Completa el triángulo que ahora forman los tres hospitales públicos y está cerca del campus universitario". Antonio Fernández Alba, miembro de las reales academias de las Bellas Artes y de la Lengua, y Premio Nacional de Arquitectura en 2005, plantea para la parcela de Beade y Valladares la construcción de "un edificio que responda al concepto de una ciudad clínica". Su hermano, Ángel Fernández Alba, añade que "debe ser un referente nacional que, al mismo tiempo, esté enraizado con el entorno".

Antonio Fernández defiende que la construcción del nuevo hospital supondrá la "colonización de la periferia urbana por parte de los servicios públicos", y razona que el centro "es la respuesta urgente a la necesidad de una metrópolis de 500.000 habitantes". Asimismo, aboga por "una estructura abierta".

Su hermano Ángel considera, desde el mirador del Monte Alba, que Vigo es "una ciudad bellísima, con una topografía impresionante", y opina que el proyecto del cuarto hospital vigués "ofrece un grandísimo interés". El estudio aboga por lo que denomina "arquitectura placebo", para que el diseño del edificio contribuya al bienestar del paciente.