Juan Carlos González resta importancia al informe de los editores que revela el bajo índice lector de los gallegos. A su juicio, el hecho de que las grandes cadenas de venta de libros planeen instalarse en esta comunidad revela que "existe una gran proyección de futuro" en el sector. Sin embargo, sí reconoce que "hacen falta más planes de fomento de la lectura y más bibliotecas". Sobre el caso vigués, admite como un "despropósito" que una ciudad de 300.000 habitantes disponga sólo de una biblioteca pública (la Central) y de dos privadas como las de Caixanova y la del Círculo Mercantil. Según él, el perfil del comprador vigués de libros "es hombre o mujer, de 25 a 45 años y de nivel sociocultural medio-alto".