Hace dos semanas que la venezolana Stefanía Fernández se hizo con la corona que la acredita como la "Mujer más guapa del mundo" y ya son muchos los que piden su destitución tachando de "amañado" todo el proceso de selección del certamen. La controversia ha saltado después de que se calificase la victoria de la joven de "fraude" y se haya enviado una petición a la presidenta de la organización de Miss Universo, Paula Shugart, para que explique los intereses que se mueven en torno a la elección de las jóvenes bellezas y para que se despoje a la reina de su corona.

Como respuesta a las acusaciones de dicha carta Shugart negó en la revista People, la existencia de "tongo" en el concurso, y añadió que "sugerir que el concurso de alguna manera hace trampa es totalmente falso y un sinsentido".

Las quejas dirigidas a la presidenta del certamen hacen referencia a unos intereses ocultos en la elección, centrándose especialmente, en el bloqueo que sufrieron los ordenadores durante la ceremonia que obligó a realizar el recuento de los votos a mano, disminuyendo considerablemente la fiabilidad del proceso.

La situación se ha complicado mucho más después de que el coreógrafo de "Miss Universo", Michael Schwandt, asegurase que Donald Trump, copropietario del concurso, eligió a seis de las semifinalistas a dedo y que el jurado, que debía elegir a las 15 semifinalistas, sólo seleccionó a nueve de ellas.

"La razón por la que hace eso, según él mismo me dijo, es que en el pasado él dejaba que el jurado escogiera a todas las finalistas y algunas de las chicas más bellas, en su opinión, se quedaban fuera, lo cual le molestaba", dijo Schwandt.

Aunque la organización sigue reiterando que Stefanía es merecedora del título, no son pocas las voces que siguen clamando que hubo tongo y que seguirán pidiendo la destitución de la miss. En definitiva, la polémica está servida.