La suspensión de las normas en Viveiro supone un paso adelante en la campaña de control de la legalidad urbanística que ha emprendido el equipo de la conselleira María José Caride.

Tui y Sada fueron los dos primeros municipios en el que se tomaron medidas. A principios de diciembre, Política Territorial anunció que había detectado "irregularidades graves" en ambos. Como ejemplo aludía a la construcción de edificios con más alturas de las permitidas en Tui o a la "degradación" de ámbitos rurales en Sada, con bloqueas de viviendas entre áreas de casas unifamiliares.

La Xunta tomó la decisión de paralizar la concesión de licencias en estos ayuntamientos, medidas que suscitaron las protestas de los grupos de gobierno. En ambos casos se dictaron unas normas provisionales, que regulan la actividad urbanística a la espera de que cuenten con planes nuevo.

El pleno del Ayuntamiento de Tui ha aprobado el nuevo planeamiento, con el voto a favor exclusivamente del PP. Ahora aguarda el visto bueno de Política Territorial. Sada todavía continúa tramitándolo.

Junto a estos dos municipios, se han tomado otro tipo de medidas en ayuntamientos como Boqueixón, donde la Xunta rechazó el plan urbanístico que le envió el Gobierno local, lo que obligará a tramitar un documento nuevo.