Pros y contras de ser joven

Un informe muestra cómo Galicia retrocede en desarrollo juvenil, aunque despunta en formación por delante de Alemania o Italia

Grupo de jóvenes, en un 
casting en Vigo.   | // C. GRAÑA

Grupo de jóvenes, en un casting en Vigo. | // C. GRAÑA / C. Villar

Carmen Villar

Carmen Villar

Cuando en 1995 un anuncio puso de moda el acrónimo JASP, “jóvenes aunque sobradamente preparados”, para destacar el avance en formación del colectivo, a la juventud española le costaba independizarse. El Instituto de la Juventud advertía ya entonces en un informe del “importante retraso en la emancipación que soportan las últimas generaciones” y casi treinta años después, la situación sigue siendo la misma para los chicos y chicas gallegos: la educación es una de sus fortalezas, pero la mesa cojea del lado de la inserción laboral y de poder salir de la casa familiar.

El índice de desarrollo juvenil elaborado cada año por el Centro Reina Sofía de Fad Juventud con la pretensión de ofrecer una radiografía de la situación del colectivo a través de 27 indicadores correspondientes a cinco dimensiones y posibilitar una comparación entre los Estados de la Unión Europea y entre las comunidades, permite constatar que, en general, la comunidad ha retrocedido en un año dos puestos en el ranking global –conformado por 47 territorios, incluyendo la media de la UE y la estatal–, al bajar de la posición 31 a la 33, en paralelo a la puntuación que recibe.

Del análisis del empleo, emancipación, educación, utilización de las TIC y vida, un epígrafe bajo el que se incluye la tasa de fecundidad, los suicidios o las muertes por siniestros de tráfico, Galicia sale en la edición de 2023 con una “nota” de un 4,89, frente al 4,92 que obtenía un año atrás. Esa calificación, un suspenso raspado si se tiene en cuenta que la escala que usa Fad Juventud va del 1 al 10, supone la cuarta caída consecutiva después de que en 2019 la comunidad alcanzara su mejor marca, con un 5,29. No ocurre lo mismo en España, que experimenta una mejora, hasta el 4,93, aunque por debajo del 5, y por primera vez es capaz de anotarse un mejor desempeño que Galicia. De hecho, Galicia es uno de los tres territorios analizados, junto con Cantabria y Estonia, que da pasos atrás. En todo caso, se trata de descensos, apunta el informe, “apenas perceptibles”.

En el ranking global Galicia alcanza su mejor posición en educación, con un 6,14, aunque retrocede al puesto 23 desde el 19. En este indicador, los analistas tienen en cuenta cuántos jóvenes siguen formándose tras finalizar la escolarización obligatoria, el porcentaje de titulados universitarios o en ciclos superiores en la población de 15 a 29 años, cuántos alumnos aprenden al menos dos idiomas extranjeros o cuántos plantan sus estudios antes de tiempo. Galicia, que logra un mejor puesto que Alemania, Italia o España, está entre las autonomías con menor abandono educativo y destaca por ser la segunda comunidad donde más estudiantes de ESO cursan una segunda lengua foránea, por ejemplo.

Donde mejor “nota” sacan los jóvenes gallegos es en TIC y vida, 6,67 y 6,78, respectivamente, aunque aun así queden relegados al puesto 30 y retrocedan posiciones. En la primera dimensión se tiene en cuenta cuánta gente usa internet a diario y en qué medida cuenta con habilidades digitales avanzadas. En la segunda, se valora la tasa de fecundidad (que resta puntos si es en la adolescencia y hasta los 21 años y suma después) y la de mortalidad, también en suicidios y accidentes.

Donde peor lo pasan los jóvenes gallegos es en el terreno del empleo y de la emancipación. En inserción, la situación empeora y Galicia pasa de la posición 36 a la 39 del ranking y, en independización del hogar familiar, la caída es del 28 al 30. Si en perspectivas laborales el suspenso bordea el límite, con un 4,06, en emancipación la recuperación parece complicada, con solo un 1,75.

Ningún país europeo consigue la perfección, pero quienes la rozan de cerca, ligeramente por encima del 8, son Dinamarca y los Países Bajos. Los Países Bajos son líderes en educación y empleo, mientras Dinamarca encabeza emancipación y vida y Malta el apartado de tecnologías de la información y de la comunicación.

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