La Xunta delega en concellos y comunidades de vecinos la limitación de los pisos turísticos

Tras pedir el Clúster de Turismo que se ponga coto a estos alquileres, el Ejecutivo gallego descarta tomar medidas por ahora y exige al Gobierno que regule estos alojamientos

Turistas con maletas, en Santiago.

Turistas con maletas, en Santiago. / JESÚS PRIETO

B.T.

Las viviendas de uso turístico se han disparado en la comunidad gallega un 56 por ciento en un año. De hecho, las plazas en estos apartamentos ya duplican a las hoteleras. El Clúster de Turismo de Galicia ha dado la voz de alerta: “son un verdadero problema”. Y ha reclamado una “limitación mayor” de estas viviendas vacacionales. Sin embargo, la Xunta delega esta responsabilidad en concellos y comunidades de vecinos.

Según explica el Gobierno gallego, a través de la Axencia Galega de Turismo, la normativa autonómica aprobada en 2017 sobre este tipo de alojamientos permite a los concellos “regular y limitar sus usos”. Asimismo, las comunidades de vecinos pueden restringir los pisos turísticos siempre que así lo aprueben tres quintas partes de sus integrantes.

Deja pues en manos de concellos y propietarios poner coto al auge de estos apartamentos, aunque, al mismo, tiempo reclama al Gobierno de España que avance en un marco normativo común que evite “desigualdades legislativas” entre territorios, “favorezca la convivencia y defina esta actividad”.

Por su parte, la Xunta defiende su gestión ya que fue “pionera” en aprobar en 2017 un decreto para regular los pisos turísticos que, pese a ser recurrido, fue “avalado por la justicia en dos ocasiones” y que, según reivindica, está “siendo tomado como ejemplo por parte de otras comunidades autónomas, lo que posibilita la correcta ordenación y da seguridad jurídica a los propietarios del sector”.

Revisar la normativa

A pesar de ello, y aunque el Ejecutivo gallego no se lo plantea por ahora, no cierra la puerta a una futura revisión de esta normativa si fuese necesario. “Seguimos trabajando y atentos a la evolución de los pisos de uso turístico para actualizar la normativa donde sea necesario y mantenemos también el contacto con las asociaciones de propietarios para su asesoramiento en la gestión y la formación”, esgrime Turismo.

De hecho, a finales del pasado año la Xunta trasladó que están a la espera de un estudio del Observatorio da Vivenda que analice el impacto de las viviendas de uso turístico y, por ello, aclararon que antes de tomar una decisión querían “clarificar la situación real de este mercado”.

La proliferación de estos alojamientos turísticos ha contribuido a tensionar un mercado de la vivienda muy presionado ya por la falta de oferta. De hecho, la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein) alertó que en cuatro años el stock de inmuebles disponibles para alquilar se redujo casi a la mitad. En ciudades como Vigo, por ejemplo, hay el doble de viviendas turísticas que pisos disponibles en el circuito del arrendamiento tradicional.

Según los datos de la Xunta, estos apartamentos de uso vacacional ofertan 120.078 plazas en total –toda la provincia de Ourense podría alojarse en estos pisos–, mientras que las plazas hoteleras se rebajan a 58.072 camas.

Críticas

El presidente del Clúster de Turismo de Galicia, Cesáreo Pardal, se mostró crítico con la proliferación de estos alquileres turísticos. Y además, contrariamente a lo que dice la Xunta, recriminó precisamente las diferencias que existen entre concellos.

Así, apuntó que en Galicia conviven situaciones como la de Sanxenxo, donde hay más de 3.000 viviendas de uso turístico con otros concellos “donde no se permiten”. “Es necesario buscar una situación consensuada entre todos los sectores, tratar de buscar ese punto intermedio”, defendió.

Concellos como Santiago, Pontevedra o Oleiros ya han impuesto restricciones a los pisos turísticos. Y otros como Vigo o Cangas barajan también aplicar restricciones.

Las comunidades de propietarios también intentan poner límites a estos alquileres, pero se están encontrando con problemas jurídicos pues la Ley de Propiedad Horizontal no permite prohibir estas viviendas vacacionales. Solo puede hacerse a través de un cambio en los estatutos, aprobado por tres quintas partes de los vecinos, y que se inscriba en el registro de la propiedad.

Galicia registra 9,8 millones de viajes de españoles, la mayoría por ocio

2023 fue un buen año para los desplazamientos en toda España. Ir de vacaciones, visitar a amigos o familiares, moverse por cuestiones de trabajo o peregrinar fueron algunos de los planes que se llevaron a cabo en la comunidad gallega. Galicia registró el pasado año un total de 9,8 millones de viajes de residentes en España.

Estos datos, difundidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), colocan a la autonomía como el séptimo destino con un mayor número de desplazamientos en el Estado, por detrás de Andalucía, Valencia o Cataluña. El número de viajes de todos aquellos que tienen España como residencia sumó 185,9 millones. La inmensa mayoría de ellos –un 89,6%– tuvieron como destino principal el propio país, mientras que el resto, el extranjero.

A este alto número de viajes se suma un récord de gasto. Los españoles desembolsaron 58.750 millones de euros en un solo año, contando las escapadas al extranjero. La subida de la inflación y el aumento del gasto medio por viaje, que se situó de media en los 73 euros diarios por persona, hace que las cifras globales marquen un máximo histórico.

Aunque no todos los desplazamientos se han realizado por cuestiones de ocio, lo cierto es que los viajes han supuesto un importante ingreso económico para Galicia. En concreto, los españoles se dejaron en la comunidad alrededor de 2.546 millones de euros., con un gasto medio por día de 58,4 euros por persona, por debajo de la media.

Sobre las razones de los desplazamientos, la gran mayoría, alrededor de 8,9 millones, fueron por motivos personales. Entre los más repetidos, las visitas a amigos o familiares, el turismo de playa, el de naturaleza o el cultural, a los que hay que sumar los que llegaron a la comunidad por motivos religiosos. Todo esto tuvo como consecuencia que la comunidad contabilizase más de 43,5 millones de pernoctaciones.

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