La Xunta cifra en 726 millones el agujero si el Estado no actualiza las transferencias

Apremia a Moncloa a aprobar una actualización de la financiación tras quedar congelada al prorrogar los presupuestos del Estado

Miguel Corgosy Alfonso Rueda.

Miguel Corgosy Alfonso Rueda. / XOÁN ÁLVAREZ

Mateo G. Triñanes

Exactamente 726 millones de euros, a un ritmo de 60,5 millones mensuales. Esa es la cuantía en que el Gobierno gallego cifra el eventual déficit de su Tesorería que supondría a lo largo de 2024 para Galicia la no actualización de las entregas a cuenta –para la financiación autonómica– de las comunidades autónomas, una vez el Gobierno de Pedro Sánchez ha tomado la decisión de no elaborar un proyecto presupuestario para el presente año por el adelanto electoral de Cataluña, lo que conlleva prorrogar las partidas de 2023.

Así lo explicó ayer, tras la reunión del Ejecutivo gallego, el conselleiro de Facenda en funciones, Miguel Corgos, que contrapuso la situación de inestabilidad que supone la falta de presupuestos generales del Estado (PGE) con el caso gallego, recordando que Galicia fue la primera comunidad en aprobar sus cuentas para el 2024. El responsable del departamento fiscal del Ejecutivo gallego añadió que esta disposición supone, además, para las comunidades autónomas “incertidumbre, falta de estabilidad y una merma en sus recursos económicos que puede incluso llegar a afectar a los servicios públicos”.

La situación, no obstante, está a tiempo todavía de revertirse. Bastaría con que el Gobierno central aprobase una norma con rango de ley –es decir, un real decreto o un decreto ley– que actualizase estas entregas a cuenta de las comunidades autónomas conforme a la previsión de ingresos comunicada por el Ejecutivo de Pedro Sánchez a las diferentes autonomías en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) del pasado 11 de diciembre. Una medida que la Administración autonómica apremia a Moncloa a tomar cuanto antes.

Ciertamente, existen precedentes en este sentido y es que durante los dos primeros años de Pedro Sánchez al frente del Ejecutivo estatal –2019 y 2020– tampoco logró sacar adelante los presupuestos anuales, teniendo que prorrogar las cuentas que Cristóbal Montoro aprobó en 2018. En ambas ocasiones el Estado tuvo que actualizar los pagos a cuenta de las comunidades autónomas mediante el real decreto-ley 13/2019 y el real decreto-ley 7/2020, respectivamente.

El presidente de la Xunta en funciones, Alfonso Rueda, que compareció junto a Corgos, lamentó que el Gobierno haya tomado la decisión de prorrogar los que, en su opinión, son “los peores presupuestos del Estado que Galicia tuvo en muchos años”.

Las consecuencias de esta decisión para las arcas gallegas, según apunta el informe realizado por Facenda, podrían verse en áreas como la sanidad, la dependencia, el pago a proveedores e, incluso, las retribuciones de los trabajadores de la función pública –que verían congelado su salario contrariamente a lo pactado con el Gobierno el pasado diciembre–, en caso de que Pedro Sánchez no realice la actualización de los pagos a cuenta de las comunidades autónomas con celeridad.

Las incógnitas no se quedan ahí, puesto que según apuntó Corgos, si finalmente esta actualización se hace efectiva, habrá que ver cuál es el alcance de las cuantías, ya que las comunicadas por Hacienda el pasado mes de diciembre no contenían el impacto de las medidas de lucha contra la crisis aprobadas por real decreto, precisamente también en el último mes del pasado año.

Cabe recordar, que son las propias comunidades las que financian estas medidas con 2 de cada 3 euros, lo que supone para Galicia un gasto de 38 millones de euros. El Estado estudia ahora un nuevo paquete de medidas cuyos efectos las comunidades no conocen todavía.

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El presidente de la Xunta en funciones, Alfonso Rueda, admitió ayer que le está dando vueltas a la introducción a cambios en la estructura del futuro Gobierno gallego, aunque sin hablar aún de los nombres de los responsables de cada departamento, que no tendrá que desvelar al menos hasta su toma de posesión, prevista para el 13 de abril. Tras el Consello, dio por hecho que “probablemente la adaptación de alguna estructura puede ser conveniente”, siempre para conseguir que el Ejecutivo funcione “lo mejor posible”. Las personas que encabezarán cada consellería se conocerán “en su momento”, reiteró, al tiempo que reconoció que está considerando “todo tipo de cambios”, como cree que es normal cuando se inicia una nueva etapa, y algunos pueden “cristalizar” y otros no. El objetivo es que el nuevo Ejecutivo autonómico sea “tanto en las personas, como en las estructuras, lo más eficaz posible, con agradecimiento a todo el trabajo y toda la estructura que había hasta ahora”, ha añadido. Por otra parte, Rueda insistió en que en Galicia no es necesaria una comisión de investigación sobre las contrataciones en pandemia, pero aseguró que la Administración gallega cumplirá con la “obligación legal” de acudir al Congreso de los Diputados, de ser el caso, a “dar explicaciones” sobre los contratos de emergencia por el COVID, si bien cree que se debería “empezar” por la presidenta del Congreso, Francina Armengol.