Envejecimiento y penurias económicas disparan el envío de comida diaria a 2.500 personas
Los beneficiarios de Xantar na Casa crecen un 25% en un año y un 70% desde 2019 | Solo pagan 1,7 euros por dos platos y postre
La coincidencia de la crisis de precios que disparó el precio de la cesta de la compra y castigó a los hogares con menores ingresos y el estructural envejecimiento poblacional en Galicia, con una de cada cuatro personas por encima de los 65 años, agravan los problemas para afrontar las comidas diarias en miles de familias de la comunidad, donde 290.000 hogares están compuestos por solo una persona. Estas circunstancias explican el incremento de las personas que reciben en su domicilio menús diarios subvencionados por los que apenas deben aportar 1,76 euros diarios. Son ya casi 2.500 los beneficiarios de este programa financiado por la Consellería de Política Social y por los ayuntamientos.
La cifra alcanzada en este arranque de 2024 supone un dato récord en la historia del programa Xantar na Casa, cuyos usuarios aumentaron un 25% respecto a los 2.000 del año pasado y casi un 70% en comparación con las estadísticas previas a la pandemia de COVID-19, pues en 2019 los participantes eran 1.490, según cifras del departamento dirigido por Fabiola García.
Parte de la explicación de ese incremento se encuentra también en la progresiva incorporación de nuevos ayuntamientos y en la ampliación del programa para atender la creciente demanda en otros donde ya funcionaba, caso de Ponteareas, Ortigueira, Larouco y Pantón.
Xantar na Casa es un programa para atender a mayores de 60 años con autonomía limitada en sus tareas domésticas, pero también a personas de cualquier edad en situación de exclusión social o incluso en casos de soledad no deseada que pueda poner en peligro su alimentación. La falta de compañía causa que muchos ciudadanos comiencen a abandonar poco a poco el cuidado de sus comidas y acaben arriesgándose a padecer problemas derivados de la desnutrición. Esta situación afecta también a la toma de medicamentos.
Quienes cumplen estos requisitos y reside en alguno de los casi 200 municipios adheridos a este sistema del Consorcio Galego do Benestar, en el que figuran 280 municipios, pueden solicitar que les llegue cada día un táper con un menú diario para cada jornada de la semana, incluya o no festivos. En caso de carecer de electrodomésticos para calentarla, se le facilitan.
Cada comida diaria cuesta 6,6 euros, de los que el Consorcio, dependiente de Política Social, aporta 3,08, mientras que 1,76 los paga el ayuntamiento y otros 1,76, el usuario, si bien en algún caso estos pueden estar exentos del copago.
La concesionaria del servicio está obligada a entregar cada usuario un primer plato, un segundo y un postre, así como instrucciones para su correcta conservación y tratamiento. Cada semana deben contar con pescado tres días y carne, otros cuatro.
El programa, sin embargo, no se limita a ese aspecto, pues el contrato con la concesionaria incluye un mandato a quienes reparten la comida. Deben estar atentos para “detectar distintas problemáticas sociales” de cada caso (malnutrición, problemas médicos, incapacidades, riesgo de desahucio...) e informar a los servicios sociales para que decidan si deben intervenir de alguna forma.
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