Galicia, a punto de convertirse en la tercera autonomía con más suelo urbano edificado

Galicia alcanzó en la década de los ochenta su máximo histórico de población, con 2,81 millones de habitantes, y 2011 se situó como el segundo año, con 2,77. A partir de ahí, la comunidad entró en una sostenida tendencia de caída demográfica que contrasta, paradójicamente, con la evolución al alza de otro factor, vinculado a la actividad humana, que determina la configuración social y espacial de la autonomía, como es la ocupación artificial del territorio. Desde 2010 la superficie del suelo urbano edificado ha registrado un incremento de nada menos que el 42%, el más alto, y con diferencia, de toda España en el mismo periodo. Es tal esta dinámica de ocupación urbana experimentada que Galicia está a punto de superar a Valencia y convertirse así en la tercera comunidad con mayor superficie construida de todo el Estado. Ya va por las 72.224 hectáreas y está a solo 138 hectáreas se superar a la valenciana.

Este fenómeno es una de las razones que está detrás, junto a muchas otras, de la dispersión poblacional. Decrece el número de habitantes, pero se sigue ocupando nuevo espacio para edificar, prestando poca atención al intento de recuperar o rehabilitar el espacio construido en el pasado, en parte también porque la población tiende a concentrarse en las áreas más urbanas y su periferia y a abandonar las áreas rurales.

La superficie de las parcelas urbanas edificadas aumentó en el conjunto de España más de un 12,5% entre los años 2010 y 2022 para llegar a las 680.645 hectáreas actuales. El incremento se repartió entre todas las comunidades autónomas, pero el más acusado corresponde a Galicia, con un 41,9%. Pasó de 49.800 a 70.689 hectáreas en 2022, según los datos de la Dirección General del Catastro recogidos en el informe del Ministerio para la Transición Ecológica en su informe “Perfil ambiental de España 2022”.

Por detrás de la comunidad gallega figuran Asturias, cuyo suelo urbano edificado creció un 27,6% en el mismo periodo, Murcia (26,2%) y Extremadura (20,2%). Pero el caso es que Galicia siguió con este crecimiento en 2023 y ganó otras 1.538 hectáreas más de suelo urbano construido para llegar a las 72.224. Está a solo 138 hectáreas de superar a Valencia (72.363) y convertirse así en la tercera comunidad con más territorio urbano ocupado por edificaciones. Por encima, a bastante distancia, figuran Cataluña (92.273 hectáreas) y Andalucía (116.903), según los datos extraídos del Catastro. No figuran las cifras de País Vasco y Navarra porque estas dos comunidad cuentan con servicios de registro catastral independientes.

Aunque el peso demográfico de Galicia en el conjunto de España apenas llega al 6%, resulta que la superficie urbana construida se acerca al 11%.

Pero en los últimos catorce años no solo registró un acusado crecimiento el área del territorio edificado, sino también la superficie calificada como parcela urbana, paso previo a la posibilidad de construir. Se incrementó en un 32% desde 2010 para llegar a un total de 121.378 hectáreas el pasado año. Una tendencia que contrasta con la reducción experimentada en el conjunto de España, que bajó un 5,1%, según el informe del Ministerio para la Transición Ecológica.

Esta configuración territorial y social lleva a que los habitantes de Galicia estén desperdigados por toda la comunidad, ocupando nada menos que el 62% de su superficie –con al menos una persona residiendo en un espacio de un kilómetro cuadrado–. En el conjunto de España solo el 12,7% de su geografía está ocupada, es decir, cinco veces menos. Incluso se supera a Portugal donde su población se reparte por el 46,6% del país.

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