De can de palleiro a perro guía

Luriña, primera perra de esta raza gallega que se instruye para acompañar a personas ciegas de la Once: “Tiene una memoria increíble”

Luriña, la mejor amiga de quien la necesite.

R. V.

Elena Ocampo

Elena Ocampo

Más valiente que su madre, tímida y huidiza en su caseta, Luriña se despertó una mañana con el ruido de un motor extraño. Desconocía el crujir de los modelos híbridos. “Chegaron de Madrid”, escucharían desde la finca los cachorros de can de palleiro. ¿Quién en su universo perruno podría sospechar que la tercera de una camada nacida en O Saviñao, enclavada entre los socalcos de la Ribeira Sacra de Lugo, viajaría hasta en metro, llamada a agudizar sus cualidades y formarse como támden de una persona privada de visión?

Ella, la más aguda, ágil y brillante, comprendió esa misión desde el principio. Parecía gustarle. Aprendía rápido... Con solo 15 meses, ahora, podría convertirse en la primera perrita de la raza autóctona gallega Can de Palleiro que sirve al noble oficio de prestar sus ojos e instinto a una persona que carece de visión.

“En el año que llevo con Luriña, he comprobado que es un perro ideal para el tipo de solicitante que nos demanda ese perro: alguien que camina mucho, muy ágil... hay personas ciegas que incluso hacen el Camino de Santiago. Es una raza con una memoria increíble; súper inteligente... y que necesita mucha motivación”, explica el coordinador de los departamentos técnicos de la Fundación ONCE del Perro Guía, (FOPG) Mario Fernández.

Sus manos acariciaron el lomo amarillo y canela de Luriña, cuya estirpe auténtica se remonta a varios siglos de historia y con él aprende la disciplina básica. “Está un año en la ciudad con una familia, conociendo todos los entornos y los transportes y con unos supervisores que asesoran a las familias educadoras; luego entra en la escuela con unos 14 meses en el departamento técnico de entrenamiento y luego con la instrucción, que precede al emparejamiento con el usuario.

El objetivo del proyecto es testar y evaluar la raza Can de Palleiro como perro de asistencia, específicamente para guía. “Ha madurado mucho y está mucho más serena. Hoy por hoy, tengo esperanzas de que se gradúe como perrita guía”, asegura Mario Fernández. Aunque “es demasiado pronto para saberlo, en enero, cuando entre a adiestramiento y de la mano de un técnico ya se verá su evolución en el trabajo más específico de guía”, prosigue. “De momento lo que podemos decir es que desempeña una obediencia muy buena y su comportamiento social en todos los entornos públicos es exquisito”.

A veces en la vida, también en el existir perro, en la ecuación del destino entran factores que ignoramos. Que ni siquiera alcanzamos a adivinar al calor del hogar que hoy mece a Luriña. Una conversación del presidente del Club de la raza Can de Palleiro, Juan Carlos Puente, con Mario –hoy su formador–, la coincidencia en el staf de la Fundación ONCE de sensibilidades receptivas a presenciar unas pruebas en las que el “palleiro” se posiciona (casi) al mismo nivel que otras razas tan aplaudidas como el pastor alemán (el presidente del Grupo Social ONCE, Miguel Carballeda, y la directora de la FOPG, María Jesús Varela son de procedencia gallega). Y luego, cómo no, demostrar el talento. Un exponente del que, por el momento, tampoco se descifrar el resultado final.

La cachorro Luriña y su instructor, Mario.

La cachorro Luriña y su instructor, Mario. / Fdv

“Sabemos que es una raza con ciertas similitudes temperamentales y físicas al pastor alemán, con lo cual, habiendo trabajado con esta raza a lo largo de 33 años y habiéndose graduado en este período casi 600 de un total de más de 3.600, tenemos esperanza de que la raza “Can de Palleiro” sea una alternativa seria al pastor alemán como perro guía, para este perfil de personas que demandan esta raza”, aseguran desde la Fundación ONCE.

La experiencia con cachorros futuros perros guía consiste en que en el departamento de cachorros, los supervisores entregan a las familias educadoras los cachorros a los dos meses de edad. Durante 12 meses, lo llevan al trabajo, transportes públicos, cafeterías, restaurantes, teatros, cines... Disponen de derecho de acceso a entornos públicos al igual que un perro guía en todo el territorio nacional, regulado por Real Decreto este año.

Además, desde muy temprana edad, se les enseña una rutina de evacuaciones muy limpia, el cachorro no debe nunca hacer sus necesidades ni en casa, ni en la calle, tampoco puede manchar la acera. “Les enseñamos a que puede hacerlo en hierba, arena o tierra y en asfalto, por ejemplo. Pero nunca en la acera”, explican. “Por último, en esta fase de su primer año de vida, también les enseñamos algo de obediencia básica. Comer a la orden de un silbato, acudir a la llamada a la orden “ven aquí” seguido de dos pitidos del mismo silbato, el “sienta”, “échate”, “quieto”, “libre” y el “deja”, añaden.

Casi trescientos cachorros en fase de socialización

En la actualidad, hay 280 cachorros en total en fase de socialización con sus familias educadoras. Es una acción altruista y desde la Fundación ONCE Perros guía aseguran que “siempre estarán infinitamente agradecidos con estas familias”, que ponen de su parte el esfuerzo de educar al cachorro y lo más valioso, su tiempo: en este año, el perro nunca puede estar solo más de dos horas.

La Fundación cubre todos los gastos veterinarios, alimenticios, juguetes, colchoneta, comedero, collar, arnés, correa o chaleco, mientras que los supervisores del departamento de cachorros los asesoran durante este primer año de vida: nunca puede estar solo más de dos horas. Si culmina su fase como perros guía, la jubilación llegará a los diez años de “servicio”, a partir de ese momento, la tutela del perro se ofrecerá a la persona ciega que ha sido usufructuaria y luego, si lo rechaza, a los instructores o una larga de familias acogedoras. Entre ellas, por ejemplo, la de Pedro Piqueras ha sido adoptante de un perro guía.

Tampoco sería nada extraño, ya que otros cachorros de Can de Palleiro también se entrenan en una unidad de la Guardia Civil de búsqueda de desaparecidos. Pero esa, ya es otra historia.

Hasta 460 solicitantes aguardan por un can que les acompañe

Si Luriña, finalmente se gradúa como perro guía, será con una persona solicitante de este servicio que figura en la lista de espera. En la actualidad, son 460 personas. Por otro lado, el perfil de la persona usuaria que nos demanda este servicio, tiene que ser una persona ciega mayor de 18 años y que fundamentalmente sea autónomo en sus desplazamientos con bastón como auxiliar de movilidad. El perro guía también es otro auxiliar de movilidad que junto con la persona invidente forman una unidad, el perro guía es como parte de esa persona, son como sus ojos y que la guiará con seguridad esquivándole de todos los obstáculos de la ruta. En definitiva un perro guía potencia de manera muy beneficiosa los desplazamientos y la autonomía de la persona ciega. Hasta ahora lo que sabemos de Luriña y a falta del adiestramiento profesional por un técnico, lo que podemos decir es que ha demostrado ser una cachorra muy enérgica, con gran inteligencia y gran capacidad memorística, demandante de actividad física y de aprendizaje. Le encanta aprender cosas nuevas y que la feliciten cuando lo hace bien. Le gustan los retos y los asume con gran motivación.

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