Las víctimas de acoso escolar tendrán prioridad en salud mental

Se contempla derivarlas para diagnóstico o tratamiento

Rueda anima a denunciar esta violencia: “No puede haber ningún abusón”

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, choca la mano a los alumnos del CEIP de Lourido de Poio.

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, choca la mano a los alumnos del CEIP de Lourido de Poio. / Rafa Vázquez

Elena Ocampo

Elena Ocampo

La Xunta habilitará un procedimiento para que las víctimas de bullying puedan ser derivadas con preferencia a los servicios sanitarios de salud mental, tanto para su diagnóstico como para la intervención terapéutica que sea precisa.

Es una de las novedades que incluye el “Plan integral contra el acoso escolar” que aprobó la semana pasada el Consello da Xunta y que el presidente Alfonso Rueda presentó ayer durante una visita ayer al CEIP de Lourido de Poio, en Pontevedra. Esa hoja de ruta aborda actuaciones no solo con las víctimas. La Administración autonómica plantea también incidir sobre el agresor para revertir su conducta: habrá intervenciones psicoeducativas con la finalidad de que la persona que acosa cambie su comportamiento.

Entre los detalles que desgranó Rueda está la ya anunciada instalación de “puntos naranjas” en todos los centros educativos, para denunciar el acoso escolar a modo de cajas de correos –tanto físicas como virtuales– y a través de las que los estudiantes podrán revelar de manera anónima y segura los casos que conozcan. Además de en colegios e institutos, estas cajas de color naranja estarán presentes en espacios jóvenes y en residencias de estudiantes. ¿Cómo seguirá luego ese proceso tras una denuncia anónima?

Los equipos contra el acoso escolar que hay en cada centro serán los encargados de gestionarlas: investigarán lo sucedido y decidirán si es preciso (o no) abrir el protocolo por acoso. De ser así, remitirán el caso a la inspección educativa y hablarán con las familias de los alumnos.

El presidente de la Xunta animó ayer al alumnado gallego a denunciar cualquier caso de violencia o discriminación que observen en sus centros: “No puede haber ningún abusón, nadie que rompa la convivencia”, explicó a un grupo de estudiantes “y, de haberlo, hay que decirlo, porque le puede tocar a cualquier”.

Acompañado por el conselleiro de Cultura, Educación, FP y Universidades, Román Rodríguez, resaltó la importancia de concienciar a los pequeños de que el bullying es un problema de toda la comunidad educativa y al que hace falta hacerle frente.

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Entre las cuestiones candentes en el ámbito educativo planea la posibilidad de extender la prohibición del uso del móvil a los patios durante el recreo. Una demanda que llega de mano de activos grupos de padres y madres. Consultado al respecto, Rueda indicó que en la actualidad esa medida “depende de cada centro escolar”. Y, aunque reconoce que se trata de un “debate que hay que tener” y abordar con “el mayor consenso”, matiza que “tiene que ser objeto de un análisis más sosegado pero está encima de la mesa”. También recuerda Rueda que en Galicia “no se permite” el uso del móvil en las clases “salvo con finalidades pedagógicas perfectamente controladas” y se muestra partidario de “poner herramientas para evitar los peligros sin dejar de aprovechar las oportunidades”.

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