Los pisos turísticos engullen ya el 40% del “stock” de segundas residencias en la costa gallega

Hace una década había en los concellos del litoral 15.000 viviendas en venta y ahora apenas se llega a las 4.100

Una mujer observa los anuncios de ventas y alquileres en una inmobiliaria de Vigo. |   // ALBA VILLAR

Una mujer observa los anuncios de ventas y alquileres en una inmobiliaria de Vigo. | // ALBA VILLAR / R. Prieto

El bum de los pisos turísticos parece no tener freno. La lista de espera para encontrar una vivienda en alquiler choca de lleno con el imparable crecimiento de los alquileres para escapadas de fines de semana, puentes o vacaciones. Un crecimiento que desde la regulación en 2017 de esta actividad en Galicia ha ido a más –especialmente en los municipios costeros– y ha engullido casi el 40% del stock de segundas residencias en los municipios del litoral, sobre todo de las provincias de A Coruña y Pontevedra. Tal es el tirón de los pisos turísticos en la comunidad que a las puertas del verano ya rozan los 18.400, siete veces más que la oferta disponible para arrendamiento tradicional, con apenas 2.500.

En la última década ha caído de manera espectacular el stock de segunda residencias en venta en la costa gallega. En junio de 2012 estaban en el circuito de comercialización en Galicia unas 15.000 viviendas frente a las apenas 4.100 de la actualidad, casi cuatro veces menos, según datos de la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein). Esa acentuada caída no quiere decir que se hayan vendido todos esos pisos y viviendas unifamiliares, tal y como explican desde la patronal inmobiliaria y desde la Asociación Provincial de Promotores Inmobiliarios de A Coruña (Aproinco).

¿Qué ha sido de estas segundas residencias en la costa? En los últimos diez años unos 6.500 inmuebles de estos inmuebles han sido vendidos, en torno a 5.500 se han derivado al arrendamiento vacacional –casi el 40%– y otras 1.000 se han retirado del mercado por un cambio en la coyuntura económica de sus propietarios, según detalla la patronal inmobiliaria. “En la costa gallega, en especial las áreas de Vigo, A Coruña, Santiago y las Rías Baixas, el comportamiento de la vivienda residencial en compraventa para su derivación al alquiler vacacional es progresivo, con un alza continuado”, destaca el presidente de Fegein, Benito Iglesias.

COVID

En la misma línea, el secretario general de Aproinco, Juan José Yáñez, constata esta estampida al alquiler turístico y asegura que irá a más tras la reciente aprobación de la nueva Ley de Vivienda. Como punto de inflexión, sitúa el estallido del COVID. “Parece que es un fenómeno imparable, cada vez más propietarios de viviendas en el circuito de comercialización tradicional se pasan a la contratación para temporadas cortas, con dos puntos muy destacados: Sanxenxo y Santiago”, destaca Yáñez, al tiempo que advierte del impacto que tendrá la reforma de la Ley de Vivienda. “Un proyecto que llevaba año y medio aparcado, muerto de risa y que de la noche a la mañana, en víspera de las elecciones, fue aprobado”, censura. “Las trabas en la recuperación de un inmueble en caso de impagos y los límites en los precios son un importante argumento para retirar una vivienda del mercado del alquiler de larga duración, llevándola al arrendamiento vacacional o, directamente, a su venta”, concluye Yáñez.

Tras el estallido de la pandemia, aumentaron los propietarios que se pasaron al alquiler vacacional. Si en 2019 eran 8.000 las viviendas de segunda residencia en la costa gallega en venta –unos 500.000 euros de media la vivienda unifamiliar y 250.000 euros los pisos–, hoy son casi la mitad (4.100), debido al importante volumen derivado al arrendamiento turístico. A esta cifra hay que añadir 450 viviendas en 60 nuevas promociones en la costa gallega.

Las reservas para este verano en Galicia han crecido cuatro puntos, hasta el 75%, frente a la caída registrada en el conjunto nacional (del 80% del verano pasado al 74% esta temporada), según datos de la patronal inmobiliaria.

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