El error con los Feve obliga al Gobierno a cesar a dos altos cargos de Renfe y Adif

El error en el proyecto para diseñar 31 trenes Feve destinados a renovar la flota de cercanías y media distancia en Galicia, Cantabria, Asturias, País Vasco, Castilla y León y Murcia se cobró ayer sus dos primeras víctimas políticas. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) anunció el cese de su jefe de Inspección y Tecnología y Renfe relevó al responsable de Gestión de Material, si bien no revelaron los nombres de los afectados. Las decisiones fueron comunicadas horas después de que la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, avanzase ceses inminentes mientras su departamento aborda una auditoría interna sobre el caso.

El origen del problema radica en el diseño de un contrato licitado en 2019 para adquirir 31 trenes de ancho métrico. Renfe usó para describir sus características técnicas los datos de gálibos publicados por Adif en la declaración sobre la red ferroviaria estatal. En junio de 2020, Renfe adjudicó el contrato por 258 millones de euros a la empresa CAF, que a la hora de elaborar el proyecto se percató de un error que hubiera hecho los trenes inviables para circular por algunos de los túneles de Galicia, Cantabria y Asturias, al incumplir las distancias mínimas a las paredes y al techo de los pasos subterráneos que exige la actual normativa de seguridad ferroviaria.

Renfe y Adif se autoexculparon del escándalo, pero acabaron moviendo ficha. La primera cesó de su actual responsabilidad en Gestión de Material en la Dirección Técnica y de Operaciones al que era gerente de Área de Gestión de Material de Renfe Viajeros en el momento de la gestación del proyecto de los citados Feve, según informó la compañía presidida por Isaías Táboas.

Por su parte, Adif defendió que el cese de su responsable de Inspección y Tecnología permitirá la participación de otra persona en el grupo de trabajo que se va a crear en el seno del ministerio para cerrar con celeridad el diseño del tren licitado por Renfe, mientras se realiza la auditoría. “Adif colaborará con absoluta transparencia en la auditoría del Ministerio de Transportes y valorará sus conclusiones para proceder a los ajustes organizativos de carácter definitivo que se recomienden”, apuntó ayer.

Renfe ya ha alcanzado un acuerdo con CAF, Adif y la Agencia de Seguridad Ferroviaria (AESF) para desatascar el problema con los gálibos de los nuevos trenes de ancho métrico destinados a los servicios de cercanías y media distancia de Cantabria principalmente, pero también del resto de comunidades citadas, entre ellas Galicia.

Aunque ninguna de las partes ha confirmado el plazo de tiempo que conllevará solventar este problema, se estima que la construcción de los trenes que todavía no se han podido fabricar se demora en torno a tres años, y todavía falta solventar algunos trámites para que la solución pactada pueda llevarse a cabo.

En concreto, la AESF tiene que autorizar la aplicación de un método que no recoge la normativa española pero sí la europea, y desarrollar sus procedimientos, según informaron a Europa Press fuentes de Renfe.

Se trata del llamado “método comparativo”, que consiste en la utilización de un tren que actualmente circula por las líneas como referencia para los nuevos trenes y que Renfe aportará.