Galicia sumó en el último año 7.700 niños con teléfono móvil y superan los 90.000

Expertos no recomiendan el dispositivo antes de los 12 años | Advierten que adelantar la edad de inicio se asocia a mayor posibilidad de conductas de riesgo o de dependencia

Dos niños concentrados en el móvil.

Dos niños concentrados en el móvil. / FDV

Carmen Villar

Carmen Villar

Cuando unos progenitores le regalan un móvil a un niño, están poniendo en sus manos una “ventana al mundo 24 horas al día y siete días a la semana”, expuestos a unos “influencers” distintos a ellos mismos y “normalmente sin la supervisión y el acompañamiento necesario”. Lo advierte el profesor de la Universidade de Santiago Antonio Rial Boubeta, coordinador de varios estudios con adolescentes y uno de los mejor conocedores de la relación, no precisamente sencilla, entre ese colectivo y las nuevas tecnologías. No obstante, en el último año 7.700 niños de entre 10 y 15 años han incorporado este dispositivo a sus vidas en Galicia y en la comunidad superan los 90.000.

La última encuesta de equipamientos tecnológicos en los hogares del Instituto Nacional de Estadística permite constatar cómo en solo un año los teléfonos en adolescentes han dado un salto en Galicia, una comunidad que, pese a todo, se sitúa en el furgón de cola en el Estado en ese aspecto. En concreto, un 63,9% de los chavales gallegos menores de 16 años tiene móvil, frente al dato estatal, del 69,5%. Sin embargo, comparada consigo misma, Galicia sube desde un 58,7% de niños con móvil en 2021. 

Para Rial Boubeta, el tema del móvil está incardinado con una de las “preocupaciones” de los expertos: la gestión de tecnología en el hogar con niños y adolescentes. “Es uno de los grandes problemas desde el punto de vista de la convivencia, de las adicciones y de la salud en general”, apunta. ¿Cómo prevenir? La “clave”, sostiene, y no es el único, es ser capaz de “racionalizar, retrasar el acceso al primer móvil, porque a partir de ahí es una ventana al mundo 24 horas al día, siete días de la semana”. Además, añade, la evidencia apunta que “normalmente” no se produce “acompañamiento y supervisión”, de ahí que “lo ideal sería ser cauteloso y retardar” el acceso.

“Si un padre o una madre me pregunta cuándo le compra un móvil a un hijo, le digo que cuando quiera, pero le recomiendo que no antes de los 12 y que lo incorpore de manera progresiva. Pero todo va a depender de lo que estén dispuestos a invertir de tiempo y esfuerzo en educar”, concreta. “Si no están dispuestos a hacer de contrapeso”, avisa, aboga por “retardar”.

Argumentos no le faltan. Cita el megaestudio que dirigió para Unicef con cerca de 50.000 adolescentes y cómo entonces compararon las conductas de quienes accedieron a un smartphone antes de los 11 años con quienes lo hicieron después de los 12. “Ese salto de un año implica duplicar buena parte de los problemas: sexting, contacto con desconocidos, apuestas online, ciberacoso...”, advierte.

Sin olvidar, insiste, en que al darle un móvil a un niño se le da acceso a “un montón de contenidos y se le abre la puerta a influencers que no son los padres y que están educando e influyendo en los niños y eso significa redoblar el esfuerzo en educar para que tengan buenas competencias humanas, para que sean menos vulnerables. Es como doblar la exigencia como progenitores”, destaca.

Son elementos, sostiene, que hay que aplicar en clave “constructiva y positiva, que tienen que movilizar y motivar a los padres a retardar un poco la edad del móvil”. De hecho, hasta los chavales consideran que antes de los 12, mejor no. En el último gran estudio coordinado por Rial Boubeta y realizado por la Universidade de Santiago en colaboración con la Fundación Barrié, sentaron a los jóvenes para preguntarles y “los propios adolescentes, cuando se les piden propuestas, reclaman a sus padres que nunca antes de los 12 años”. Ellos mismos, incide, “recomiendan aprovechar el tránsito de Primaria a Secundaria para el primer móvil y eso coincide con lo que dicen los expertos, qué mejor experto que ellos, y además hacerlo de forma gradual, no es “toma el móvil y llévalo siempre y puedes dormir con él”, sino con pautas adecuadas a su edad”.

Pese a todo, los estudios de Rial Boubeta apuntan que la mitad de los chavales ya tienen móvil antes de cumplir 11 años, lo que, a su modo de ver, “denota un ejercicio de irresponsabilidad por parte de las familias”. Al respecto, apunta un esquema “parecido” al de las sustancias físicas, en las que la edad de inicio es “un factor de riesgo” para desarrollar adicciones a largo plazo por una mayor vulnerabilidad. “Hay que protegerlos. No se trata de prohibir, sino, de algún modo, limitar, controlar y supervisar el acceso, cuándo y cómo se hace”, concluye.

  • 7.700 niños con móvil más en un año

    Alrededor de 7.700 niños más tienen un teléfono móvil en Galicia respecto a un año atrás, según los datos del INE. Superan los 90.000 en total.

  • Galicia, a la cola de España

    Aun así, el porcentaje de menores de 10 a 15 años con móvil en Galicia está a la cola del país. Son un 63,9%. Solo está por debajo Navarra.

  • Advertencias de expertos

    Expertos recomiendan esperar a los 12 años o compensar con tiempo y esfuerzo en educación y supervisión y acompañamiento.

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