Una nueva plaga obligará a cortar cepas enfermas en viñedos de ocho concellos del sur de Pontevedra

Una nueva plaga amenaza viñedos en el sur de la provincia de Pontevedra y Ourense. La Xunta detectó ya el pasado mes de noviembre la presencia de la flavescencia dorada en cuatro concellos –As Neves, Crecente, Arbo y Padrenda– y para evitar la propagación de este organismo nocivo, que causa graves daños en las viñas, ha activado medidas de prevención en un total de ocho municipios pontevedreses y uno ourensano. En estos ayuntamientos será obligatorio cortar y destruir las cepas con síntomas de estar infectadas. Y, en caso, de que estén dañadas más del 20 por ciento de las vides se arrancará la totalidad del viñedo.

La flavescencia dorada es una enfermedad provocada por un parásito que afecta exclusivamente a la vid y que provoca su progresivo debilitamiento hasta su muerte. Se aprecia su impacto por la coloración roja o amarilla de las hojas y su enrollamiento al revés. La transmite un insecto que se llama Scaphoideus titanus.

Esta plaga ha sido localizada en Portugal, en zonas próximas a la frontera con Galicia. Y la Consellería de Medio Rural detectó su presencia el pasado mes de noviembre en Pontevedra en las parroquias de Albeos, Ribeira y Quintela, en el concello de Crecente, en la zona de Mourentán en Arbo y en Setados en As Neves. En Ourense hay afectación en Desteriz, en el concello de Padrenda.

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Ante la gravedad de esta enfermedad para las viñas, Medio Rural ha decidido hacer un cordón sanitario en el que incluye no solo a los concellos pontevedreses de Arbo, Crecente y As Neves sino también A Cañiza, Salvaterra de Miño, Salceda de Caselas, Tui y Tomiño. Además entra en la zona demarcada el municipio ourensano de Padrenda.

En estos nueve concellos los titulares estarán obligados a aplicar lo antes posible un tratamiento insecticida si detectan ejemplares afectados. Además, las cepas que hubiesen sido confirmadas como infectadas o bien tuvieran síntomas compatibles con la plaga deberán ser arrancadas y destruidas bajo control oficial “lo antes posible y a más tardar antes del comienzo de la siguiente temporada de crecimiento”.

Incineración

Esta destrucción se realizará preferentemente in situ o, si no es posible, en un lugar cercano, por incineración o por algún otro método autorizado como el astillado. Antes de su traslado, el material a destruir deberá ser tratado con un insecticida autorizado.

Si se detectase que en la parcela afectada hay más de un 20 por ciento de plantas sintomáticas se arrancarán y destruirán todas las cepas de la zona infectada y si se trata de una plantación abandonada se deberán cortar la totalidad del viñedo. También se eliminarán las vides silvestres que puedan ser portadoras de la enfermedad.

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Las medidas preventivas de la Consellería de Medio Rural afectarán también a viveros, centros de distribución y almacenes. Así, en la zona infectada se podrán inmovilizar de forma cautelar las vides hasta su inspección oficial. Además si se captura en alguna de las trampas el insecto que actúa como vector de la enfermedad será obligatorio aplicar un tratamiento insecticida. Si se identifica la plaga en algún lote, deberá ser destruido.

Desde Medio Rural explican que, hasta ahora, se han hallado solo ejemplares positivos aislados así que no ha sido necesario arrancar ningún viñedo completo sino solo estas plantas enfermas.

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