La Comisión Galega da Competencia critica las “restricciones” que impone el Sergas a las farmacias que opten por un horario ampliado en el nuevo proyecto de decreto que regula las horas, turnos de guardia y vacaciones de las boticas. Aunque justifica la regulación por motivos de “interés público”, considera que la “liberalización de los horarios voluntarios” de las oficinas farmacéuticas “aumentaría la accesibilidad a los medicamentos” y permitiría que se diferenciasen entre sí compitiendo por los precios.
El proyecto de decreto del Sergas distingue entre el horario obligatorio, que deben respetar todos los establecimientos de farmacia, y el ampliado, que depende de la voluntad de cada botica. El primero son 38 horas y media semanales.
En cuanto al ampliado las boticas pueden elegir entre abrir hasta un máximo de 13,5 horas, entre las 08.30 y las 22.30 horas, o bien las 24 horas seguidas todos los días del año.
Sin embargo, las farmacias que opten por este horario ampliado tienen que comunicárselo al colegio de farmacéuticos correspondiente cada mes de octubre y deberán mantenerlo durante un año natural. Competencia cree que son “requisitos algo restrictivos”.
“Los requisitos son algo restrictivos. Pueden resultar rígidos y dificultar una gestión eficiente en las oficinas de farmacia”
“Pueden resultar rígidos y dificultar una gestión eficiente en las oficinas de farmacia al suponer una barrera de salida a medio plazo”, denuncia Competencia. Así, explica que si a una oficina de farmacia no le resulta rentable el horario comunicado tendría que mantenerlo durante todo el año y soportar el coste asociado.
Homogeneizar
Además, este órgano razona que si los horarios de atención farmacéutica ordinarios y de guardia garantizan ya un acceso suficiente a las oficinas de farmacia, “parece no resultar muy necesario establecer restricciones al horario de aquellas boticas que quieren abrir más tiempo”.
En su dictamen sobre el proyecto de decreto del Sergas, Competencia defiende que “no hay por qué homogeneizar el horario de estas farmacias”. “Un horario diferente puede ser un elemento de diferenciación que puede contribuir a aumentar la competencia”, señala.
De hecho, explica que en este sector la competencia en precios es prácticamente inexistente y si además se “dificulta” con normas diferenciarse en cuanto a los horarios “se desincentiva la competencia entre farmacias”.
Por esa razón, aunque ve positivo en conjunto el proyecto de decreto del Sergas por razones de “interés público”, añade que la regulación debe hacerse “desde los principios de necesidad y proporcionalidad evitando introducir restricciones a la competencia de forma injustificada”.
