La Xunta de Galicia mantiene su oposición al decreto de ahorro energético estatal y, en la línea con el resto de ejecutivos que dirige el PP, durante la Conferencia Sectorial de Energía ha pedido su retirada, al tiempo que ha cuestionado el calado de sus acciones y ha pedido diálogo para articular medidas "de impacto" real. Sin embargo, si el decreto no se retira, el Ejecutivo autonómico ha anunciado que lo "acatará" y "cumplirá" la ley.

Así lo ha ratificado, en declaraciones a los medios, después de participar por vía telemática en la Conferencia Sectorial, el vicepresidente primero y responsable del área económica del Gobierno gallego, Francisco Conde, en la que ha trasladado la "oposición" de Galicia ante el real decreto. Enfrente, ha ofrecido "diálogo" y "consenso" para encontrar medidas que puedan tener un "sentido compartido de ahorro y eficiencia energética".

El vicepresidente ha mostrado que desde Galicia obtendrán la "máxima colaboración" para el cumplimiento de las medidas del decreto si se mantiene, pero ve necesario darle prioridad "a lo que están pidiendo" las familias y el tejido productivo. En esa preocupación de la sociedad gallega ha señalado la importancia de bajar el precio eléctrico, corregir el impacto sobre la inflación e impedir la paralización de la actividad en algunas industrias.

Al término de la reunión, la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Transición Energética, Teresa Ribera, ha descartado que se vaya a modificar o aplazar la entrada en vigor del decreto de ahorro energético, petición que han llevado a cabo las comunidades regidas por el principal partido de la oposición al Ejecutivo Central.

"Desviar la atención"

Por otra parte, Conde ha reivindicado que la Xunta lleva "años" implementando medidas de ahorro en la comunidad gallega y ha vuelto a cuestionar el calado de las propuestas del Gobierno central o lo que ha identificado con una estrategia para "desviar la atención".

En este sentido, Francisco Conde ha indicado que "con un precio energético descontrolado, una inflación de dos dígitos y un incremento de la tasa de paro en el mes de junio, no parece razonable que en estos momentos estemos abriendo un debate sobre el uso o no de corbatas y el encendido o no de escaparates".