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Sanidade medirá la radiactividad por gas radón en las aguas de abastecimiento

Se controlarán 81 manantiales subterráneos, de los que doce están en municipios de la provincia de Pontevedra

Limpieza de un pozo de abastecimiento en A Estrada. | // BERNABÉ/CRIS M. V.

El proyecto tenía que estar listo antes de 2020 y la Xunta debía medir la exposición al gas radón –que produce radiactividad– en las aguas subterráneas destinadas al abastecimiento de la población, pero su ejecución se postergó por, sobre todo, tener que centrarse en la pandemia por el COVID. Ahora, la Consellería de Sanidade ha retomado la iniciativa y medirá la radiactividad presente en 81 puntos de captación subterránea de agua en la comunidad, de los que 12 están en la provincia de Pontevedra, 24 en la de A Coruña, 23 en la de Lugo y 22 en la de Ourense.

El radón es un gas noble, incoloro, inodoro e insípido y también es soluble en agua. Es radiactivo porque sus átomos se convierten, de manera espontánea, en átomos de otros elementos químicos. Se forma de manera natural por la desintegración del uranio que existe en las rocas y en el suelo. El radón es considerado la primera causa de cáncer de pulmón en no fumadores y la segunda en fumadores y exfumadores.

La presencia de este gas en el grifo del consumidor, según Sanidade, está asociada generalmente a las aguas de origen subterráneo de abastecimientos muy pequeños en los cuales no hubo tiempo u ocasión a que se produzca la desgasificación de este, que por otro lado es muy rápida. Cualquier sistema de abastecimiento en el que se produzca una aireación del agua desde su captación al grifo podrá estar exento de la presencia de radón y sus descendientes.

Control obligatorio

Por tanto, las posibilidades de exposición al radón se dan en sistemas de abastecimiento pequeños en los que una captación profunda va a un depósito con poco espacio de cabecera y de ahí a las viviendas, sin que exista filtración.

El control de estas aguas subterráneas está obligado por un real decreto de 2003 que establecía que debía realizarse con anterioridad a septiembre de 2019 con el objeto de “evaluar los riesgos para la salud humana y orientar las acciones en las áreas con posibilidad de exposición elevada”.

“A fecha de hoy, no se disponen de datos actualizados de los valores de radiactividad de las masas de agua en las que se realiza la captación de aguas subterráneas para los abastecimientos de consumo humano en Galicia”, expone la Consellería de Sanidade en la licitación del contrato, que se encomendará al sector privado dado que el Laboratorio de Saúde Pública no dispone en su cartera de servicios de los medios técnicos para determinar el nivel de radiactividad. El plazo para presentar las ofertas concluyó el pasado 29 de junio y en cuanto se proceda a la adjudicación, la Xunta iniciará la toma de muestras para su análisis.

Concellos afectados

En la provincia de Pontevedra, los test se harán en manantiales de Cangas, Barro, A Lama, Forcarei, Cerdedo-Cotobade, Agolada, Dozón, Silleda, Mondariz-Balneario, A Cañiza, Tui y Soutomaior.

El radón es un gas con bastante presencia en Galicia. De hecho, una de cada cinco viviendas de Ourense y Pontevedra supera los límites de radón recomendados como límites por la UE. No obstante, el riesgo asociado a la presencia de este gas en aguas de consumo de origen subterráneo suele ser bajo en comparación con el correspondiente al total inhalado, pero es un riesgo diferenciado de este puesto que la exposición se produce tanto por el consumo del gas disuelto como por la inhalación del radón liberado y de sus radionucleidos derivados.

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