La Xunta pide que los montes ordenados puedan vender aire limpio a empresas

Hasta ahora el Gobierno solo lo permite con bosques reforestados tras permanecer desarbolados o que sufrieran incendios

Monte en Saiáns, Vigo.

Monte en Saiáns, Vigo. / Ricardo Grobas

Paula Pérez

Paula Pérez

La venta de aire limpio a empresas que contaminan se ha convertido en una oportunidad para los propietarios forestales que pueden obtener así unos ingresos extra por sus montes. Pero no todos pueden comercializar su capacidad de absorción de CO2. Está limitado a aquellos bosques que han sufrido incendios o los que hayan sido objeto de reforestación tras permanecer desarbolados desde 1989. De momento, ya hay un centenar de masas forestales inscritas y otro centenar de proyectos están en tramitación. Pero la Consellería de Medio Rural quiere ampliar su número y para ello reclama al Ministerio para la Transición Ecológica que permita vender aire limpio a todos los montes que cuenten con un plan de ordenación.

“Las tipologías relativas a las repoblaciones forestales con cambio de uso de suelo y a las actuaciones en zonas forestales tras un incendio son insuficientes para dar cobertura a la idiosincrasia del monte gallego. Es necesario incluir la gestión sostenible, es decir, los montes ordenados”, defiende el departamento que dirige José González.

Este mercado se activó en 2014, aunque no ha sido hasta el último año que ha despegado. Consiste en que empresas que contaminan puedan compensar su huella de carbono invirtiendo en montes a cambio de su capacidad de absorción de CO2. El ministerio establece una equivalencia entre las toneladas de madera de cada masa forestal y el carbono que puede absorber. Se paga entre 20 y 30 euros por tonelada, aunque el precio es negociable. Los propietarios forestales pueden obtener hasta 15.000 euros por hectárea, según los cálculos de la Asociación Forestal de Galicia.

Fuente de ingresos

De esta manera la venta de aire limpio se convierte para los propietarios forestales en una importante fuente de ingresos complementaria de la venta de madera. De ahí, que la Xunta quiera potenciar este mercado y permitir que un mayor número de montes se puedan inscribir en el registro que gestiona el Ministerio para la Transición Ecológica y ofrecer su capacidad de absorción de CO2 a empresas que contaminan.

En su opinión, debería permitirse a los montes ordenados vender aire limpio. “Estamos trabajando para que se reconozca el trabajo de las actuaciones silvícolas que los propietarios desarrollan en el monte de forma eficiente y poder comprometer los créditos de carbono derivados de la buena gestión de las masas forestales”, explican desde Medio Rural.

Cabe la opción además de que la comunidad autónoma gestione por su cuenta el registro de huella de carbono que ahora mismo está en manos del ministerio. Sin embargo, la decisión depende de la normativa europea sobre ciclos sostenibles que estará lista en el último trimestre de 2022 y que “normativizará todo el mercado europeo de créditos de carbono en actividades de usos de la tierra, cambio de uso de la tierra y silvicultura”.

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