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Toma de posesión del presidente de la Xunta

Rueda promete gobernar con moderación para atajar intransigencias y fracturas

El nuevo presidente tiene dos años por delante para dejar su impronta tras años dedicado a Feijóo y con poca proyección pública

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Así fue la toma de posesión de Alfonso Rueda como presidente de la Xunta Fotos: Xoán Álvarez

Rueda sale de la sombra de Feijóo tras una década y media bajo su silueta. Ayer tomó posesión del cargo como presidente de la Xunta y hoy anunciará la composición del Gobierno. Hasta ahora, como reconoció, poco se había preocupado de proyectarse públicamente, más pendiente de engrasar el Ejecutivo y de ayudar su predecesor. Pero en adelante, al menos durante los dos próximos años –hasta las elecciones de 2024 si agota la legislatura–, podrá marcar su impronta en la gestión autonómica. “He estado muchos años en la sala de máquinas y ahora me toca subir al puente de mando”. Prometió gobernar con estabilidad desde la moderación animado por un galleguismo conciliador y a la vez inconformista, libre de hipotecas, con unidad y al margen de modas efímeras como mejor antídoto contra la intransigencia, las divisiones estériles y la polarización que lastra la convivencia en otras partes de España. “Tengo la determinación de preservar Galicia de las tendencias de ruptura que se observan en otros lugares”, aseguró.

Alfonso Rueda se convirtió ayer en sexto presidente de la Xunta autonómica tras jurar el cargo en el Parlamento en un acto arropado por más de medio millar de invitados. Entre ellos estaban la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, en representación del Gobierno; Mariano Rajoy, los presidentes de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco; y de Murcia, Fernando López Mirás.

Yolanda Díaz y Miguel Santalices flanqueando a Alfonso Rueda durante la toma de posesión como presidente de la Xunta.

Como ya hiciera en la primera sesión de investidura, el nuevo titular de la Xunta tuvo un reconocimiento para todos sus antecesores, desde Albor a Feijóo, de los que destacó su contribución a Galicia. Y si en esa primera jornada del martes nada dijo sobre el perfil galleguista del PP, ayer sí lo hizo y varias veces. “Seguiremos avanzando sin dejar atrás a ninguno de nosotros porque entonces ese avance sería incompleto. Animado por un galleguismo conciliador e inconformista, me dispongo a continuar el camino e iniciar una etapa más”, soltó tras la jura del cargo, que hizo sobre un ejemplar del Estatuto de Autonomía.

“He estado muchos años en la sala de máquinas y ahora subo al puente de mando”

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Se comprometió a atender las “preocupaciones y las incertidumbres de los gallegos” y marcó algunas de las que serán sus señas de identidad: moderación, estabilidad, prudencia, alejamiento de la confrontación y “libre de hipotecas”. “El difícil contexto social y económico que vive Europa hace que guiarse desde la estabilidad sea más una obligación que una simple opción de gobierno. Yerra quien confunde la prudencia con apatía o falta de ideas: es condición necesaria para priorizar las necesidades reales de los gallegos sobre los dogmas, trivialidades y modas efímeras que a veces inundan el debate político”, dijo.

Galicia como ejemplo

En esta línea, sostuvo que “gobernar desde la moderación, últimamente más que nunca”, es el mejor antídoto contra la intransigencia, las divisiones estériles o la polarización, características “tristes” de la política en otros puntos de España, aunque no en Galicia, precisó. “Tengo la determinación de preservar Galicia de las tendencias de ruptura que en otros lados se observan. Conozco, quiero y creo en un Galicia unida, a salvo de la miopía del localismo y la fragmentación, que con el ariete de supuestos agravios carga contra la casa común y que tanto nos ha costado construir”, abogó el nuevo presidente de la Xunta, que se pasó al castellano en su discurso para garantizar que Galicia va a contribuir con lealtad al fortalecimiento de España y del proyecto común europeo.

“Tengo la determinación de preservar Galicia de las tendencias de ruptura que se observan en otros lugares”

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Frente a quienes aprovechan “los resortes del Estado para desgastar las instituciones”, comenzando por el Rey Felipe VI, Galicia seguirá apostando por un modelo basado en la cooperación y en la fidelidad.

“Lo daré todo de mí para que Galicia se pueda sentir orgullosa de su presidente”, proclamó tras insistir en que la comunidad ha elaborado su identidad “a través de la suma, no de la resta ni de la división”, y desde una pluralidad que no “debilita ni desdibuja”, sino que “enriquece, fortalece y amplifica” la proyección de la comunidad. “Galicia quiere ser como Galicia. Y acierta. Soy un hijo de Galicia al que Galicia encomienda que mantenga su unidad, su progreso y su bienestar. Intentaré ser digno de este pueblo que demuestra todos los días que es capaz de realizar su sueño”, prometió.

Rueda abraza a su esposa en presencia de sus hijas.

Rueda, arropado por su madre, su esposa y sus dos hijas, se emocionó cuando recordó a su padre: “Si hoy estoy aquí es porque seguí su ejemplo y no sus consejos”.

El presidente anunciará hoy la composición de su gobierno en el que se esperan cambios mínimos. Será otra prueba de su comprometida “continuidad” con la gestión de Feijóo. El viernes se reunió con todos los conselleiros, por separado, en su despacho para hablar de su futuro. Y ayer, todos ellos se mostraban exultantes. Como nueva incorporación es fija la de Diego Calvo, el presidente del PP de A Coruña, ya comunicada por Rueda y aceptada por el político coruñés. Y el único al que ha confirmado que seguirá es Francisco Conde.

“Lograsteis emocionarme”

Tras el acto formal de juramento, Rueda se pasó casi dos horas recibiendo felicitaciones en el Parlamento. “Al final conseguisteis emocionarme”, le soltó a un grupo de altos cargos de la Xunta y militantes de partido, ironizando sobre su aparente frialdad. Y no dudó en saltar sobre los jardines interiores del Parlamento cuando en compañía de Yolanda Díaz y sin esperárselo, se encontró a un grupo de amigos de Pontevedra cantándole “Ondiñas veñen”. Tardó en darse de cuenta, pero en cuanto lo hizo, allá se fue a paso lanzado.

Tampoco dudó en hacerse fotos con toda su familia levantando la mano, todos los miembros, con los cinco dedos abiertos: “A por la quinta mayoría absoluta”.

Yolanda Díaz, que le acompañaba, no perdía la sonrisa, como tampoco dejaba de saludar, recordando los años que pasó como diputada autonómica en Galicia. Y expresó su confianza en una “colaboración intensa” con la Xunta en esta nueva etapa.

Fernández Mañueco, Alfonso Rueda, Núñez Feijóo, Isabel Díaz Ayuso y López Miras.

Entre los asistentes, además de la ministra y los presidentes autonómicos del PP, estaba la exministra Ana Pastor, Romay Beccaría, dirigentes socialistas como Valentín González Formoso, Inés Rey o José Tomé, los portavoces parlamentarios del BNG y del PSOE, Ana Pontón y Luís Álvarez, y, por supuesto, numerosos cargos, diputados y alcaldes del PP, además de Feijóo y el expresidente González Laxe. No acudió Pérez Touriño, quien había disculpado su presencia por compromisos familiares. Los órganos estatutarios de Galicia también estaban representados, así como una nutrida presencia de empresarios, como el presidente de la patronal de Pontevedra, Jorge Cebreiros, el consejo delegado de Abanca, Francisco Botas, o el máximo dirigente del Celta, Carlos Mouriño.

Tras el acto, Alfonso Rueda participó en una comida en la que estuvo acompañado por Núñez Feijóo, y los tres presidentes autonómicos del PP que se desplazaron a Santiago para apoyar el relevo en San Caetano.

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