El alza del gasto farmacéutico se dispara: 27 millones más en un solo mes

E Inflación y la exención del copago sitúan el desembolso público en casi 150 millones. El envejecimiento, clave en el alza

Trabajadores de la farmacia hospitalaria del Álvaro Cunqueiro de Vigo. |   // MARTA G. BREA

Trabajadores de la farmacia hospitalaria del Álvaro Cunqueiro de Vigo. | // MARTA G. BREA / DAniel Domínguez

Daniel Domínguez

Daniel Domínguez

El gasto farmacéutico y en material sanitario constituye un agujero sin fondo en Galicia que cada año que pasa se agranda más y más. Pero en enero pasado, la factura se disparó un 22% hasta acumular 27 millones de euros más que en el mismo mes de 2021 hasta situarse en casi 148 millones. El envejecimiento, que dispara el consumo de medicamentos contra enfermedades crónicas, la inflación y la mayor exención del copago puesta en marcha por el Gobierno central explican esta factura, que previsiblemente aumentará en febrero y marzo, mes en el que se alcanzo una inflación del 9,8% por la crisis energética agudizada por la guerra en Ucrania.

Galicia es la segunda comunidad con el mayor incremento en esta factura en el primer mes del año tras el 62% de Asturias y tres veces más que el 6,7% de media estatal. En ese mes, la comunidad experimentó también la segunda mayor subida de precios del Estado, con un 6,8%. “Aún no se analizó el impacto que pudo causar la inflación, pero seguro que explica una parte del incremento [del gasto]”, reconocen fuentes de Sanidade, que quieren esperar a tener datos del primer trimestre del año para obtener una conclusión.

El envejecimiento es otro factor, pero en este caso estructural, que explica el crecimiento constante del gasto público en medicamentos y material como prótesis, gasas, bisturís o catéteres. Sin embargo, detrás del incremento de la factura en enero se encuentra también una decisión del Gobierno central. En los presupuestos del año pasado se ampliaron los colectivos exentos del copago de medicamentos: menores con discapacidad superior al 33% (5.932 nuevas personas), pensionistas con rentas inferiores a 11.200 euros anuales (12.426) y la prestación farmacéutica por un menor a cargo (75.227). En total, el Sergas tuvo que asumir el copago que hasta entonces aportaban 93.585 gallegos.

Esa decisión entró en vigor en febrero del año pasado, por lo que en enero de 2021 esas casi 94.000 personas aún ponían dinero para medicamentos. Un año después, su aportación la realizaba la administración gallega. “A pesar de estas circunstancias, el incremento del gasto farmacéutico de Galicia en receta de 2021 respecto a 2020 fue menor que la media: 5,89% frente a 6%”, exponen fuentes de Sanidade, que añaden que la comunidad tiene cuatro puntos más de población exenta de copago que la media estatal con un 35%.

Este tipo de gasto se divide en tres apartados. La farmacia hospitalaria creció 9,5 millones, (+19,8%) hasta rozar los 58, debido a la necesidad de reponer stock; los productos farmacéuticos con receta llegaron a los 66,8 millones, lo que supone un aumento de 6 millones (+10), la mitad del cual responde al efecto del nuevo sistema de copago. El gran bum de la factura se produce en la inversión en productos sanitarios sin receta, que casi se dobla hasta los 23,2 millones. La inflación apunta como una de las claves para el enero más caro de la serie histórica.

En 2013, la factura fue de 83 millones; en 2016, de casi 129; un año más tarde, descendió a 115 para subir en 2018 a 126, a 129 en 2019, a 112 en 2020 y a 120 en 2021.

La tendencia constituye un aviso para la sostenibilidad del sistema sanitario gallego, que cerró el año pasado con otro récord en gasto en productos farmacéuticos y sanitarios con 1.656,7 millones, 80 más que el ejercicio anterior, según los datos del Ministerio de Hacienda.

¿El motivo? El envejecimiento de Galicia, la segunda comunidad con mayor porcentaje de mayores de 65 años (26% frente al 20% estatal), “lo que implica un alto porcentaje de enfermedades y tratamientos crónicos”, explican desde Sanidade.

Expertos en gestión sanitaria, como Boi Ruiz, exconseller catalán de Sanidad y director de la Cátedra de Gestión y Políticas Sanitarias, y en economía, o Alberto Vaquero, Profesor de Economía Aplicada de la Universidade de Vigo, reclaman medidas para combatir ese incremento de la factura, bien a través de priorizar la prevención de dolencias y vida saludable para rebajar las dolencias en la senectud, bien a través de compras conjuntas de medicamentos para reducir el coste.

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El gasto farmacéutico gallego está condicionado por el alto porcentaje de envejecimiento de su población, lo que acarrea una mayor prevalencia de enfermedades crónicas.A la cabeza del desembolso del Sergas se encuentran los medicamentos antidiabéticos, anticoagulantes y antidepresivos, según explican desde el departamento dirigido por Julio García Comesaña. A ellos se unen fármacos para tratar la enfermedad pulmonar obstructiva y para bajar el colesterol.

El aumento de edad y la cronicidad se hace sentir en todas las áreas terapéuticas, debido a “la tendencia a la cronificación de muchas patologías, las mejoras en el diagnóstico y la detección de enfermedades, así como el acceso temprano a la innovación terapéutica”, añaden desde el Sergas. Aun así, son hematología, oncología, enfermedades inflamatorias inmunomedidas, enfermedades raras y terapia oftalmológica las que registraron un mayor aumento de gasto público.

En este punto, destacan las enfermedades huérfanas, dolencias raras para las para las que hay que cubrir “lagunas terapéuticas”. “En Galicia destaca, por ser zona endémica, la inversión y el crecimiento experimentado con la introducción en terapéutica de los pacientes con fibrosis quística”, comentan fuentes de la Consellería de Sanidade.

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