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El gasto en fármacos y material sanitario se desboca y bate su récord

Almacén de medicamentos del hospital vigués Álvaro Cunqueiro Marta G. Brea

La factura por fármacos y material médico en Galicia nunca ha sido más alta que ahora, debido al envejecimiento poblacional, que dispara las dolencias crónicas y las necesidades de estos productos, y al COVID-19. La comunidad gastó el año pasado 1.591 millones de euros por estas cuestiones, el dato más elevado de su historia y casi un 32% más que hace seis años. Respecto a 2014, el año pasado se cerró con 384 millones más de coste.

El desglose de las cifras ofrecido por el Ministerio de Hacienda sitúa el material adquirido mediante receta como la mayor cuota de este gasto, con 749 millones el año pasado, por los casi 521 de gasto farmacéutico hospitalario y los 320,8 de productos sanitarios sin receta. En este último apartado, el COVID es responsable de 115,3 millones, frente a 205,4 no relacionados con la pandemia.

Gasto en fármacos y productos sanitarios en 2020

Hace cinco años, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ya alertó de que el envejecimiento encarecería progresivamente la asistencia sanitaria, cuestión en la que se encuadra el gasto en fármacos y material médico (gasas, catéteres, prótesis...). Con una cuarta parte de la población por encima de los 65 años, Galicia se verá afectada por este incremento. Pidió entonces que la nueva financiación autonómica reservase un apartado específico para esta cuestión y dijo que supondría un coste extra de 700 millones en tres años.

La administración debería prestar una atención especial. “Cada vez los tratamientos médicos son mejores, pero más caros. Esto supone la necesidad de invertir cada vez más recursos, aunque los beneficios no sean tan buenos como al principio. Es lo que los economistas llamamos el beneficio marginal. Es un coste que debemos asumir. En numerosas ocasiones, el Ejecutivo gallego ha manifestado que el principal reto presupuestario al que se enfrenta es financiar el gasto sanitario y farmacéutico. Vivimos cada vez más años y eso supone un coste complicado de reducir”, explica Alberto Vaquero, profesor de Economía Aplicada de la Universidade de Vigo y miembro del grupo de investigación GEN y del Foro Económico de Galicia. ¿La solución? “Va a ser necesario aumentar las cotizaciones sociales o incrementar la capacidad fiscal repartiéndola mejor”, añade este economista.

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