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La falta de planes de gestión forestal impide la tala en casi todos los montes particulares

Los dueños de estas fincas tampoco pueden acceder a subvenciones o beneficiarse de incentivos fiscales | De los 1,2 millones de hectáreas, solo están reguladas 35.000

Tala de madera en una explotación forestal. / CARLOS PARDELLAS

La ordenación forestal en Galicia mediante los instrumentos oficiales de gestión ha experimentado un fuerte impulso en los últimos dos años, pasando de 233.000 a 385.000 las hectáreas reguladas. Sin embargo, estas figuras de explotación de los bosques apenas han tenido impacto en los propietarios particulares de montes con una superficie inferior a las 15 hectáreas, para los que es obligatorio desde diciembre de 2020 contar con algún instrumento de ordenación o gestión si quieren, en estricto cumplimiento de la legislación, recibir subvenciones, beneficiarse de incentivos fiscales o incluso cortar madera. Tan solo se han adherido a estas fórmulas oficiales 42.283 propietarios que suman en total 34.985 hectáreas. Dado que en Galicia hay 1,2 millones de hectáreas forestales en manos de particulares –con parcelas con una extensión media de 1,7 hectáreas–, pues resulta que el 97% del monte gallego está impedido para cortar y vender madera, recibir ayudas o aprovecharse de bonificaciones fiscales.

En todo caso, la cifra de dueños con sus fincas “en orden” se ha septuplicado en un año, al pasar de los 6.000 de 2020 a los más de 43.000 el pasado ejercicio, mientras que la superficie afectada se ha triplicado, al incrementarse de 10.400 a casi 35.000 hectáreas. En esta evolución han tenido que ver las subvenciones de la Xunta para incentivar a los dueños a hacerse con alguna de las herramientas técnicas con las que organizar sus recursos forestales. Pero pese al empujón de los últimos años, las cifras aún están muy lejos de lo ideal, ya que Galicia cuenta con entre 600.000 y 700.000 propiedades forestales de reducido tamaño que total suman 1,2 millones de hectáreas.

Por tanto, son miles los propietarios que no tienen ordenados sus montes y, en teoría, limitadas las actividades que pueden desarrollar en ellos.

Si bien para los grandes montes estas herramientas de gestión son algo más complicadas, para los pequeños propietarios el trámite es sencillo. Basta con que se adhieran a un modelo silvícola de los que ofrece la Consellería do Medio Rural y a un código de buenas prácticas, que les compromete a realizar determinados tratamientos silvícolas, hacer las talas o podas con unos criterios sostenibles o, por ejemplo, respetar la densidad de árboles en una parcela.

“Estas comunicaciones de adhesiones son imprescindibles para la realización de aprovechamientos forestales en los montes de menos de 15 hectáreas”, destacaba ayer Medio Rural. Para el resto de los montes, el plazo concluye el 31 de diciembre de 2028.

No obstante, la Xunta aclara que la adhesión es un trámite sencillo, gratuito e inmediato y que los propietarios pueden regular la situación en cualquier momento.

A Coruña es la provincia con mayor extensión de montes particulares que operan con algún instrumento de gestión forestal. Tiene reguladas 16.619 hectáreas propiedad de 19.881 titulares. Le sigue la de Lugo con casi 14.000 hectáreas de 13.671 dueños; Pontevedra, con 3.299 hectáreas y 6.301 propietarios y, en último lugar, Ourense, con apenas 1.000 hectáreas repartidas entre 2.430 titulares.

En Galicia hay aproximadamente dos millones de hectáreas de superficie forestal, de las que 54.000 son de titularidad pública y casi 664.000 están en manos de las comunidades de montes. El 60% ciento del monte restante, por tanto, es de propietarios particulares. Se trata de terrenos de pequeña extensión, con una media de 1,7 hectáreas, y que en una gran parte están abandonados, por lo que sus dueños tienen nulo interés en explotarlos y cumplir con las normas de gestión y ordenación que impone la Lei de Montes.

Para las superficies forestales superiores a las 15 hectáreas, básicamente en manos de comuneros, el plazo para contar con estos instrumentos expira en diciembre de 2028. Pero en este caso, la aplicación de la ley está muy avanzada, pues son 350.000 las hectáreas (de un total de 664.000) ya reguladas. El último año se sumaron unas 55.000. Hace una década, apenas se llegaba a las 100.000.

La Xunta insiste en que esta evolución responde en parte al impulso institucional mediante la convocatoria de subvenciones para financiar la redacción de los distintos instrumentos de ordenación, desde los más complicados a los más sencillos. Hubo líneas de ayudas en 2018 y en 2020 y ahora se vuelve a abrir otra, con una vigencia de dos años, por importe de seis millones de euros.

Dado que estas figuras son obligatorias para realizar cualquier aprovechamiento forestal, Medio Rural destaca la “necesidad de impulsar de forma decidida este tipo de herramientas que se adaptan al tamaño de las propiedades y a su intensidad de uso”.

  • 385.000 ha reguladas

    En total, Galicia cuenta con 385.000 hectáreas de superficie forestal con planes de gestión al sumar 80.000 en el año 2021.

  • Casi sin dueños particulares

    Los propietarios particulares apenas cuentan con planes de gestión. Sus montes “ordenados” representan solo el 3% del total.

  • Seis millones para incentivar

    La Consellería do Medio Rural ha sacado una línea de subvenciones por 6 millones para incentivar las figuras de gestión forestal.

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