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La lucha por mantener la beca en la universidad se salda con mejor rendimiento

Un examen de la ABAU. Xoán Álvarez

En el curso de la pandemia, casi 6.500 alumnos, más de la mitad de los gallegos que dieron el salto a las facultades contaron con una beca general de la Administración General del Estado (AGE) para ayudarles a sufragar sus gastos. No obstante, no todos los que logran hacerse con una ayuda para arrancar estos estudios superiores son capaces de revalidarla cuando pasan a segundo curso. En Galicia, a una tercera parte (33,1%) de los beneficiarios ese soporte se les queda por el camino ya al finalizar el primer año, en datos de 2018/19. Si bien el porcentaje gallego de bajas es inferior al estatal (35,6%) y, de hecho, Galicia es la quinta por la cola en tasa de pérdida de beca tras el primer año, supone que en los últimos cuatro cursos de los que ofrece datos el Ministerio de Universidades, la pérdida de ese apoyo fue una realidad que afrontaron 8.500 alumnos gallegos tras finalizar primero.

Aunque puede existir un cambio de condiciones económicas que suponga dejar de recibir la subvención, el listón para mantenerse de beneficiario suelen ponerlo las exigencias académicas, entre ellas el rendimiento en función de la rama de conocimiento estudiada. Se exige aprobar como mínimo entre un 65% –Ciencias e Ingenierías y Arquitectura– y un 90% –en Ciencias Sociales y Jurídicas, Artes y Humanidades– de los créditos matriculados en 1º. Y los estudiantes se esfuerzan en conseguirlo.

Lo demuestran los datos del Ministerio de Universidades sobre el desempeño económico de los universitarios. Los beneficiarios de beca muestran, frente a sus compañeros no becados, una mayor tasa de rendimiento –es decir, aprueban un mayor porcentaje de créditos o materias sobre el total de matriculados– y lo hacen tras inscribirse en un número de créditos superior que sacan en mayor medida a la primera; abandonan menos la carrera tras el primer curso. Asimismo, se gradúan con una media de expediente ligeramente superior y lo hacen en un período de tiempo más corto.

En el caso del rendimiento, los créditos superados por los beneficiarios de una beca general AGE (en este caso con datos del curso 2019/20) llegan al 92,3%, 12,8 puntos más que los no becados. En concreto, superan casi 14 créditos más de media. Además, esa diferencia en el desempeño es la mayor registrada entre las autonomías. El dato estatal es de 9,3 puntos a favor de quienes deben esforzarse por mantener un apoyo económico. Y esto lo logran aunque se matriculan de más créditos por exigencias de la beca (60 frente a 52,3 entre quienes no reciben un soporte del Estado). También muestran los porcentajes más bajos (3,2 por ciento) de segundas matrículas o sucesivas: eso supone que sacan las materias a la primera. Entre quienes no tienen beca, las segundas o terceras oportunidades suponen el 26,3% de las matrículas.

El 55% de quienes se inician en la facultad recibe una subvención para sus estudios

Además, con datos del curso 2017/18 en este caso, Universidades muestra cómo los becarios se lo piensan más a la hora de plantar sus estudios. Visto el dato gallego, cabría apuntar que hasta dos veces más, porque la tasa de abandono tras el primer curso entre quienes no reciben fondos estatales para estudiar es de un 21,1%, frente al 13% de quienes reciben beca –en la cohorte de nuevo ingreso 2017/18–. Esa tendencia es similar en todo el Estado.

Aparte, los becarios acaban en Galicia grados de cuatro años en 4,9 de media, mientras que el resto necesitaría 5,13. Asimismo, quienes han percibido en algún año de su carrera una beca general AGE se gradúan en general con una nota superior a quienes no la tuvieron. En el caso de Galicia, 7,32 frente a 7,13, casi dos décimas de diferencia, supone la cifra más alta entre las autonomías. 

El perfil de los becarios: mujer y educadora

En total, durante el curso 2019/2020, el 34,1% de todos los alumnos matriculados en estudios de grado en las universidades gallegas accedió a una beca general de la AGE, casi cinco puntos más que la media autonómica.

No obstante, ese porcentaje difiere si se analiza por sexos. No solo son ellas las que demuestran un mayor rendimiento académico –entre los beneficiarios de becas, ellas superan casi un 95% de las materias en las que se matriculan y los chicos, menos de un 88%–, sino que también acceden y mantienen las becas en mayor proporción. Así, casi cuatro de cada diez alumnas de los campus gallegos tienen beca, mientras que en los varones, esa cifra desciende al 27,3%.

Las titulaciones de grado relacionadas con la educación están a la cabeza en porcentaje de alumnos becarios en el Sistema Universitario Galego (38,6%), seguida por quienes cursan la rama de Artes y Humanidades (30,2%) Los ámbitos donde más se nota la pérdida de becas tras el primer año en Galicia son Derecho (62,1%) y Economía (58,5). 

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