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Galicia

Un superávit municipal de muy corto recorrido

moendas

En circunstancias normales, los ayuntamientos gallegos volverían, en su conjunto, a cerrar el ejercicio 2020 con superávit en sus cuentas, es decir, con más ingresos que gastos. Casi 50 millones de euros de diferencia entre los dos conceptos. Pero se trata de un balance que tiene algo de ficticio. En realidad, este superávit de poco les servirá porque los concellos no podrán aprovecharlo al tener que devolver en 2022 al Estado 121,5 millones de euros, que en teoría es el dinero que han recibido de más el pasado año procedente del Ministerio de Hacienda. El superávit servirá, por tanto, para reducir la factura del reintegro obligado a las arcas del Estado.

Cada mes, el Gobierno central realiza una transferencia a las entidades locales: son las llamadas entregas a cuenta, que se determinan –por término general– con bastante anticipación y se calculan sobre la previsión de la recaudación tributaria que va a tener el Estado en ese año. En 2020 fueron en total casi 1.200 millones de euros los transferidos, que es prácticamente la mitad del presupuesto que manejan los municipios en la comunidad gallega.

El problema fue que 2020 estuvo marcado por la pandemia que impactó de lleno en la actividad económica, reduciendo de manera ostensible la recaudación del Estado con respecto a la previsión que tenía hecha antes de conocerse la existencia del COVID. Pero el Gobierno central decidió, sabiendo que los cálculos de ingresos tributarios quedaban en papel mojado, mantener las entregas a cuenta para ayudar a los ayuntamientos a paliar el incremento de gastos derivados de la crisis sanitaria. Es decir, que siguió transfiriendo fondos como si la recaudación por impuestos no se viera seriamente alterada.

Recuperación del dinero

Pero ese exceso de dinero enviado hay que recuperarlo. Y se hará en 2022, ya que se necesitan dos años para cuadrar las cuentas y proceder a la liquidación definitiva del sistema de financiación. El próximo año, según los cálculos elaborados por la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp), los concellos tendrán que reintegrar al Ministerio de Hacienda 121,5 millones de euros, que es lo que recibieron de más en 2020 en relación al comportamiento real de la recaudación tributaria.

De ahí que el superávit alcanzado en 2020, según el avance de las liquidaciones del Ministerio de Hacienda, sea un poco ficticio. Los ayuntamientos gallegos tuvieron unos ingresos totales por importe de 2.479,5 millones de euros y sus gastos quedaron ligeramente por debajo de los 2.432 millones, por lo que el saldo positivo resultante fue de 47,7 millones en términos absolutos para el conjunto de las administraciones municipales.

Diputaciones

Si se tienen en cuenta también las diputaciones provinciales, entonces la cantidad que deberán devolver al Estado las entidades locales gallegas ascenderá a 237 millones de euros, según el análisis de la Fegamp. La parte correspondiente a las corporaciones provinciales sería de 115,6 millones. Y estas sí tendrían que reintegrar la cantidad total dado que 2020 lo cerraron en equilibrio. No tienen un superávit, al menos según el avance de las liquidaciones, con el que reducir la futura deuda.

De la misma manera que las entregas a cuenta de 2020 estaban infladas porque el Gobierno decidió mantener el importe de las transferencias sabiendo que no se correspondería con los ingresos, en 2021 incrementó incluso un 3% los fondos. A la espera de cómo de intensa sea la recuperación económica de este año, presumiblemente a los concellos también les tocará realizar reintegros, pero no se sabrá hasta 2023.

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