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Sala de espera de un centro de salud en Ourense. | // IÑAKI OSORIO

La mitad de las consultas telefónicas acaban con el paciente en el centro de salud

Tras las quejas de médicos de Urgencias por la sobrecarga que sufren debido a los pacientes que les llegan rebotados de los centros de salud, los facultativos de Primaria lamentan que se traslade la sensación de “desatención” en los ambulatorios porque, alegan, “no es real”. Admiten, eso sí, demoras de hasta 15 días para conseguir cita con el médico de cabecera y “saturación” entre los profesionales, pero recalcan que ningún usuario que precise asistencia queda sin atender, incluso presencialmente si es necesario. De hecho, la mitad de los pacientes consultados por teléfono terminan derivados a la consulta del facultativo para que los pueda revisar en persona, tal y como señala el vocal de la Asociación Galega de Medicina Familiar e Comunitaria, Jesús Sueiro (Agamfec).

Esto significa que en la mitad de los casos la atención telemática no resuelve el problema y se obliga al paciente a pasar por el filtro telefónico para luego terminar acudiendo al ambulatorio.

La situación de la Atención Primaria era ya crítica antes de que irrumpiera la pandemia, según denuncian los médicos de familia. Sin embargo, con la crisis sanitaria derivada del COVID la Consellería de Sanidade impuso la atención telefónica para evitar aglomeraciones en los centros de salud y minimizar los riesgos de contagios. Y aún a día de hoy las consultas telemáticas siguen siendo el principal cauce de acceso a la Atención Primaria. Esto ha supuesto que pacientes, a los que no convence la atención por teléfono o que desesperan al tener que esperar varios días para que el médico los llame, terminen en las salas de Urgencias.

Espera

Existen, en todo caso, notables diferencias, según el área sanitaria. La mayor demora la sufren los ciudadanos de Vigo, donde en algunos centros de salud no dan citas hasta dentro de 15 días. En Arousa y O Morrazo la demora se sitúa en torno a una semana. En Pontevedra la espera es menor y se reduce a unos dos días. Mientras, en Santiago y en Ourense no hay problema para ser atendido por el médico de un día para otro. La situación en A Coruña depende del centro de salud, así mientras en unos ambulatorios se consigue cita en menos de 24 horas, en otros hay que aguardar cuatro días.

Y, en todos estos casos, si se solicita la consulta por internet la única opción posible es la atención telefónica. Los pacientes que quieran ser atendidos en persona deben llamar por teléfono y, en ese caso, deberán armarse de paciencia. Los médicos de familia reconocen que no siempre es fácil contactar con el centro de salud. “Las líneas telefónicas no están dimensionadas”, explica Jesús Sueiro.

En todo caso, los facultativos de los ambulatorios lamentan que los compañeros de Urgencias se quejen por la sobrecarga que están teniendo derivada de Primaria. “Están generando un enfrentamiento innecesario con el resto de personal”, reprocha el vicepresidente del Colegio de Médicos de Pontevedra y médico de familia, Manuel Rodríguez Piñeiro.

"Durante la pandemia aumentaron las consultas en Primaria mientras bajaron en Urgencias

“Durante la pandemia aumentaron las consultas en Primaria mientras bajaron en Urgencias”, advierte Sueiro.

El vocal de Agamfec señala además que progresivamente van incrementando las consultas presenciales. “Ahora mismo estamos en el 30 ó 40 por ciento”, explica. Rodríguez Piñeiro aclara que algunos facultativos elevan la presencialidad incluso hasta el 70 por ciento.

Los profesionales de Atención Primaria explican que buena parte de las citas que tienen a diario se pueden resolver perfectamente por teléfono como la tramitación de bajas, la renovación de recetas o dar los resultados de unas analíticas. “Lo que pasa es que hay pacientes que, aunque sea para una receta, quieren que los vea el médico”, se queja Rodríguez Piñeiro.

"Lo que pasa es que hay pacientes que, aunque sea para una receta, quieren que los vea el médico

La burocracia, según denuncian, ocupa buena parte de su tiempo. “En ocasiones atendemos llamadas que se podrían solucionar desde administración o en enfermería”, explica Sueiro.

Más tiempo

Por otro lado, el vicepresidente del Colegio de Médicos de Pontevedra avisa que la cita telefónica, en ocasiones, les consume más tiempo que ver al paciente en persona. “Si una persona tiene un dolor de garganta y lo llamo por teléfono tengo que hacerle un cuestionario muy minucioso que lleva tiempo. Sin embargo, si lo veo en consulta soluciono simplemente pidiéndole que abra la boca”, explica Rodríguez Piñeiro.

Ambos coinciden en que, en todo caso, cualquier paciente al que detectan una sintomatología que no puede esperar lo mandan directamente al centro de salud y lo atienden en el momento.

Cada día un médico de familia tiene en agenda entre 25 y 30 pacientes, pero advierten que también les llegan bastantes usuarios sin cita, de manera que al final pasan consulta en torno a 40 ó 45 personas cada jornada.

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