El cobro de peaje por el uso de las carreteras de la red estatal –sobre el que ha abierto “debate” el Gobierno central aunque sin “una propuesta real”, según matizó el ministro Ábalos– supondrá una “huida” de conductores hacia los viales secundarios, lo que incrementará la siniestralidad.
“Es lo que ocurrió en Portugal y es lo que ocurrirá en España, ya que se pretende implantar un sistema similar al del país vecino”, señaló Raimundo García, presidente de la Asociación de Accidentología Vial. Y una advertencia más: en Portugal no se eliminaron los peajes ya existentes anteriormente, ni se igualaron las tasas; esto es, con el sistema portugués el peaje del Huerna seguiría exactamente igual que hasta ahora. “Tenemos la experiencia muy cercana de lo que ocurrió en Portugal hace diez años: la gente empezó a evitar los nuevos peajes y llenó las carreteras secundarias de doble sentido”, resaltó García.
La principal consecuencia fue “más problemas de seguridad y más accidentes”. “A mayor uso de carreteras secundarias, más accidentes. Es matemático”, subrayó García, aunque en el país vecino el incremento fue “ligero” porque el cobro generalizado de peajes coincidió con una nueva legislación en materia de seguridad y sanciones muy restrictiva. “Seguramente en España el incremento sería mayor porque las medidas que se implantaron entonces en Portugal (pérdida de puntos, sanciones más elevadas…) ya se aplican aquí”, aclara.
Pero hay otras secuelas. Por ejemplo, al aumentar el uso de las carreteras secundarias se produce en ellas un mayor desgaste, lo que obliga a incrementar el gasto en su mantenimiento, pues lo contrario implicaría “que se degradaran aún más de lo que ya están ahora, lo que sería el acabose”, apuntó García.
El presidente de la Asociación de Accidentología Vial cree que el cobro de peajes en todas las autovías estatales “no es la solución”. Admite que es un asunto “muy complejo”, y por eso reclama “abrir un gran debate”, que incluya aspectos sobre los impuestos sobre los combustibles de automoción. Otro aspecto a debatir sería para qué sirve la viñeta. “Gravamos a un vehículo por serlo y destinamos el dinero al funcionamiento de la Administración local mientras las carreteras quedan desatendidas. Así que lo que se pretende ahora es cobrar dos veces por lo mismo”, añadió. “No tenemos la solución mágica, hay que sentarse y hablar. No todo siempre debe ser inventar un impuesto más y gravar a la ciudadanía”, opinó García.
En la asociación resaltan que en Europa se aplican diferentes sistemas para sufragar la conservación de las carreteras. Desde hacerlo a través de los Presupuestos del Estado, como se ha hecho hasta ahora en España, hasta un pago voluntario anual por una pegatina magnética que posibilita circular todo el año por las vías de pago de todo el país, como en Suiza. Elegir el sistema más adecuado para España requiere, según García, un gran debate nacional.
En el caso de que se aprobase el pago por uso en todas las carreteras estatales, García espera que, al menos, desaparezcan los peajes tradicionales y pase a cobrarse en ellos como en el resto de la red estatal. “Pero, cuidado, en Portugal no se hizo así y coexisten el peaje tradicional, con pago en cabina o en máquina, y el nuevo, con registro automático en arcos o pórticos”, advierte.
