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Voces contra la precariedad en ciencia

Un centenar de científicos e investigadores gallegos se movilizaron ayer en la Praza do Obradoiro de Santiago contra los ‘flecos’ de la Ley de Ciencia que ultima el Gobierno. Xoán Álvarez

Científicos protestan contra la “ley Duque” | En Galicia hay investigadores sanitarios temporales con 52 años o jefes de grupo con igual salario que el ‘posdoc’ al que dirigen

La investigadora jefe de grupo en el Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña y una de las más competitivas del INIBIC –perteneciente al Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña– María Mayán, cuyo abultado currículo investigador incluye un proyecto del Pilar de Ciencia Excelente de la Comisión Europea, cobra lo mismo que uno de los investigadores posdoctorales financiados por la Xunta a los que supervisan y dirigen. “Soy de las pocas investigadoras hospitalarias que tengo un contrato indefinido a raíz de una inspección de trabajo en la Fundación Biomédica de Vigo, pero nuestra entidad no ha cumplido lo que indicaba el DOG una vez pasada la evaluación externa competitiva basada en criterios de excelencia I3, y tenemos un salario muy inferior al que nos correspondería”, reconoce la investigadora sanitaria. “Estamos en una situación claramente precaria, atrayendo fondos nacionales y europeos y creando nuevos puestos de trabajo… Mi productividad y capacidad de captar fondos contribuye muy significativamente a que nuestro centro tenga la acreditación del Instituto de Salud Carlos III. Aún así nadie tiene la decencia de solucionar este problema, que supone un gasto muy bajo, pero no hay voluntad, ni interés por parte de los gestores actuales, ni en la Fundación Profesor Novoa Santos ni en la Consellería de Sanidade”, expresa tajante.

“Solucionar este problema supone un gasto muy bajo, pero no hay voluntad ni interés de los gestores”

María Mayán - Investigadora Jefa de Grupo en el INIBIC (CHUAC)

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El de María Mayán es uno de los casos más flagrantes, pero ni de lejos el único, que muestra las grandes lagunas en los investigadores sanitarios en Galicia. Recientemente, el investigador senior del grupo de Neurociencia Traslacional del Instituto de Investigación Sanitaria Galicia Sur, Carlos Spuch, revelaba una situación similar: 17 años de carrera investigadora, diez de contratos temporales y cobra 23.000 euros con 47 años.

Los contratos de investigadores sanitarios como ellos –los dos casos citados– quedan de nuevo al margen de la ‘Ley Duque’, al menos, de momento, y pendientes de que se abra una mesa de diálogo. Es solo uno de los ‘puntos calientes’ de la protesta de la red gallega Investigal, que ayer convocó una movilización en Santiago. Los científicos e investigadores son de ‘hacer poco ruido’ pero en esta ocasión se saltaron (un poco) el protocolo.

Después de pasar por el CNIO, diversos centros de Reino Unido y EE UU, el biólogo molecular de 52 años Manuel Collado tiene un contrato temporal del Sergas vinculado al Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS). “Toda la vida en la cuerda floja, no hay ninguna posibilidad de contrato estable a la vista, ni de acceder a la plantilla del Sergas”, asegura con tono cansado. El especialista en Oncología –casado con una gallega– decidió asentarse en Galicia en 2012 y estableció su propio grupo “desde la nada”, desde una habitación vacía, recuerda. Al amparo de su talento y de la exitosa carrera reciente, se benefició de un programa de cinco más tres años, en los que formó a estudiantes en su doctorado y, con una evaluación positiva, le renovaron el contrato... por dos años más y sin perspectivas de mayor estabilidad.

"Tener un contrato indefinido nos permite realizar nuestra labor en condiciones adecuadas"

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“En Galicia no hay ninguna fórmula para incorporar a estos trabajadores sanitarios que has traído con un programa de atracción de talento”, comenta. “Con más de cincuenta años, pendes de un hilo... A mí me gustaría trabajar en condiciones estables, aunque hay compañeros que están aún peor porque su situación de prórroga de contrato se hace sin actualizar el salario desde hace una década. Y, además de por la condición laboral, tener un contrato indefinido nos permite realizar nuestra labor en condiciones adecuadas: por ejemplo, participar en convocatorias de financiación del laboratorio o de recursos humanos”, razona. “Tienen un contrato más largo los jóvenes becados que vienen a formarse por cuatro años, que yo”, lamenta Collado. Tampoco es muy edificante para los jóvenes que intentan abrirse paso en ciencia y que, temiendo repetir ese mismo patrón, abandonan en muchos casos.

María Mayán Investigadora Jefa de Grupo en el INIBIC (CHUAC) Casteleiro Roller / Agencia

La jefe de grupo María Mayán reflexiona: “Cuando estaba haciendo mi postdoctoral en Londres, trabaja en el Imperial College entre la Facultad de Medicina y Hammersmith Hospital. Allí, a los investigadores nos apreciaban, respetaban y se pelaban por nosotros. Aquí es todo lo contrario. Mi salario era bastante superior como posdoctoral en Londres, hace ya mas de 10 años, que el que tengo ahora mismo como Jefa de Grupo. Las Fundaciones Biomédicas de gestión privada que se encargan de la gestión de la investigación a nivel hospitalario, también es para darles una vuelta. Ahora mismo ni siquiera tienen convenio laboral y algunas se niegan a avanzar en el proceso de negociación de un convenio laboral”, indica.

Demandas

La red gallega Investigal, que está adscrita a la Coordinadora Marea Roja de la Investigación, resume –y critica– los principales cambios que esta reforma pretende introducir. También repara en el ‘limbo’ que quedan de nuevos los investigadores sanitarios. “En Euskadi o en la Comunidad Valenciana se estabilizó a este tipo de trabajadores como investigadores estatutarios, que es lo que marca la Ley de Investigación Biomédica. Así que pedimos que se haga extensivo al resto del estado”, indicó una de las integrantes de “Investigal”. La investigadora María Mayán, que pertenece a la Asociación Nacional de Investigadores Hospitalarios (ANIH) asegura que han hablado con la Directora del ISCIII y están en contacto con el Ministerio de Ciencia de forma continua. El problema es que la investigación hospitalaria está en manos de las diferentes comunidades autónomas, por lo que en Galicia, los cambios dependen de la Xunta. “Desde la ANIH han contactado varias veces con la ACIS pero nunca han res podido”, indica.

También centró las críticas a la Ley una las ‘modificaciones estrella’, que es la introducción de la figura Tenure Track, “una mala copia del modelo americano”, estiman científicos consultados. Con el objetivo de crear una carrera más atractiva, ordenada y estable, que reduzca la edad media, lo que se propone en la reforma es la fusión de los actuales contratos Ramón y Cajal, que dan lugar a puestos estables (en algunos casos) de científico titular o científico titular de organismos públicos de investigación ( OPI) o contratado o doctor en universidades tras obtener la evaluación positiva en el programa I3, en un único contrato laboral “con cláusulas de despido y menos derechos”. “Esto supone, entre otras cosas, la extinción de la figura de OPI, de manera que con la nueva ley serán sustituidos puestos de funcionarios por plazas de personal laboral, con mucha menos independencia y una importante reducción de los derechos laborales como complementos por antigüedad”, estiman. Tampoco se mencionan en la reforma de la Ley prevista otros contratos de estabilización de personal investigador en el ámbito sanitario: los Miguel Servet.

La oferta de los contratos Tenure Track estará previsiblemente condicionada a cada Oferta Pública de Empleo, quedando la contratación en manos de los centros de destino y de un comité de expertos. También ha generado controversia en el Gobierno, ya que el Ministerio de Trabajo reconoció que este nuevo contrato “no resuelve las necesidades de estabilización de la gran bolsa de personal investigador precario de larga duración existente hoy en día en el sistema de investigación” además de que plantea dudas legales.

Otra de las demandas de “Investigal” es que siguen sin incluirse los compromisos adquiridos con los colectivos de investigación predoctorales (como el derecho a la indemnización por finalización de contrato) o las urgentes necesidades en las etapas posdoctorales (unificación de salarios). “El proyecto de reforma de la “Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación” que el Ministerio de Ciencia e Innovación está elaborando es claramente insuficiente y continúa a perpetuar la precariedad en el sector, sin garantizar el pleno derecho laboral desde el inicio hasta el final de la carrera de todo el personal de investigación”, resumen.

Xoán Álvarez

“¿Dónde está, que no se ve, el 2% del PIB?”

Un centenar de científicos e investigadores gallegos se movilizaron ayer en la Praza do Obradoiro de Santiago contra los ‘flecos’ de la Ley de Ciencia que ultima el Gobierno. Con las consignas: “¿Dónde está, que no se ve, el 2% del PIB?” o “precariedade Nunca Máis”, los concentrados cumplieron los protocolos contra el COVID. Entre las más sonadas, “queremos investigar, no emigrar”. El punto álgido llegó con la lectura del manifiesto, por parte de integrantes de la red “Investigal”, que aglutina las protestas en Galicia y se adscribe junto al movimiento estatal Marea Roja de la Investigación: “Solicitamos al Gobierno abrir una mesa de negociación con los agentes sociales involucrados para redactar una nueva ley, actualizada”.

“Mi salario era mayor como ‘posdoc’ en Londres que el que tengo como jefa de grupo”

María Mayán - Investigadora Jefa de Grupo en el INIBIC. CHUAC

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María Mayán

–En 2010 se incorporó al INIBIC como investigadora contratada bajo el programa de captación de talento Isidro Parga Pondal. A finales del año 2014 lideraba el grupo CellCOM. ¿Cuál es su situación actual?

–Soy investigadora jefe de grupo en el Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña, en el INIBIC perteneciente al Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña. Soy de las pocas investigadoras hospitalarias que tengo un contrato indefinido a raíz de una inspección de trabajo en la Fundación Biomédica de Vigo, pero nuestra entidad no ha cumplido lo que indicaba el DOG una vez pasada la evaluación externa competitiva basada en criterios de excelencia I3, y tenemos un salario muy inferior al que nos correspondería. Ahora mismo, cobramos lo mismo que nuestros investigadores postdoctorales, a los que supervisamos y dirigimos, financiados por la Xunta.

–¿Ha estado presente la precariedad laboral en su carrera como investigadora? 

–Ahora mismo soy una de las investigadoras más competitivas del INIBIC y la única que tiene un proyecto del Pilar de Ciencia Excelente de la Comisión Europea, pero estoy contratada con un salario muy inferior al que me correspondería. Estamos en una situación claramente precaria, atrayendo fondos nacionales y europeos y creando nuevos puestos de trabajo… Mi productividad y capacidad de captar fondos contribuye muy significativamente a que nuestro centro tenga la acreditación del Instituto de Salud Carlos III. Aún así nadie tiene la decencia de solucionar este problema, que supone un gasto muy bajo, pero no hay voluntad, ni interés por parte de los gestores actuales ni en la Fundación Profesor Novoa Santos ni en la Consellería de Sanidade. El problema es que estamos gestionados por gente que no entiende el valor que aporta la investigacion biomédica a nivel hospitalario. Supongo que hasta que la sociedad lo reclame y lo penalize con votos seguiremos igual. Finalmente, o denunciamos o nos marchamos. Poco más podemos hacer. El área sanitaria de A Coruña, hoy día, no es el mejor lugar para el talento investigador joven.

–¿Es equiparable a cualquier otro colega suyo con los mismos méritos que trabaje en la Universidad o CSIC? .   

–Mis colegas en la Universidad y en el CSIC cobran bastante más que yo. En el CSIC la carrera investigadora está claramente regulada, con sus trienios, sexenios, salarios competitivos... En los hospitales la gestión de la investigación es muy deficiente y todavía está en pañales. Hasta que tengamos gestores adecuados que entiendan lo que aporta la ciencia a los pacientes no se pueden esperar grandes cambios. Hay investigadores que ya se van a jubilar y seguimos igual. En la Universidad y en el CSIC hay muchos aspectos que mejorar, pero es que en los hospitales no existimos. No hay carrera investigadora y la mayoría estamos subcontratados en Fundaciones Biomédica de gestión privada. Ni siquiera estamos en las plantillas de los hospitales.

–¿Trabajan en las mismas condiciones todos los integrantes de vuestro equipo?  

–En mi equipo hay gente muy joven haciendo la tesis doctoral y otras son investigadoras postdoctorales, con mucho talento y con contratos competitivos. Aunque los salarios son muy mejorables en estas primeras etapas de la carrera investigadora, el gran problema de la precariedad en ciencia es el siguiente paso: cuando quieres formar tu grupo de investigación. No hay programas de captación de talento atractivos como los Ikerbasque o ICREA y los los planes de estabilización para retener a los mejores no existen.

–¿Cómo cree que podría solucionarse la situación contractual de los investigadores en hospitales?  

–Se debería crear la carrera investigadora y asegurarse que todos los investigadores tenemos los mismos deberes y derechos laborales que cualquier otro trabajador del sistema. Ahora mismo el investigador como tal, como profesión, no existe a nivel hospitalario. Cuando estaba haciendo mi postdoctoral en Londres, trabaja en el Imperial College entre la Facultad de Medicina y Hammersmith Hospital. Allí, a los investigadores nos apreciaban, respetaban y se pelaban por nosotros. Aquí es todo lo contrario. Mi salario era bastante superior como postdoctoral en Londres, hace ya mas de 10 años que el que tengo ahora mismo como Jefa de Grupo. Las Fundaciones Biomédicas de gestión privada que se encargan de la gestión de la investigación a nivel hospitalario, también es para darles una vuelta. Ahora mismo ni siquiera tienen convenio laboral y algunas se niegan a avanzar en el proceso de negociación de un convenio laboral, que se ha creado gracias a que los investigadores hemos formado un comité de empresa. .

–Como miembro de la junta Directiva de la Asociación Nacional de Investigadores Hospitalarios (ANIH), ¿están negociando con alguna institución para regular de algún modo vuestro trabajo?   

––Desde la ANIH hemos hablado con la Directora del ISCIII y estamos en contacto con el Ministerio de Ciencia de forma continua. El problema es que la investigacion hospitalaria está en manos de las diferentes comunidades autónomas, por lo que en Galicia, los cambios dependen de la Xunta. Desde la ANIH han contactado varias veces con la ACIS pero nunca han res pondido.

–-Acaban de concederle un proyecto europeo dentro de la convocatoria FET-Open de Horizon. ¿Podría resumirme en qué consiste? 

–En este proyecto tratamos de desarrollar fármacos antiinflamatorios de ultima generación con capacidad regenerativa para evitar el progreso de enfermedades asociadas a la edad como la artrosis. Es un proyecto que estamos disfrutando mucho y ya tenemos resultados prometedores. Lo estamos desarrollando con dos grupos de Bélgica, un grupo de Suiza y una empresa española. Además trabajamos en la búsqueda de nuevas dianas terapéuticas para evitar la resistencia a terapias dirigidas en cáncer. Tenemos resultados muy prometedores en melanoma y en cáncer de mama metastásico y acaban de seleccionarnos para pasar a segunda fase de un proyecto muy competitivo, que si lo conseguimos, lo coordinaremos desde el INIBIC. Estamos muy satisfechos con los resultados de estos últimos 3 años, y esperamos seguir en esta misma línea.

–Participa bajo la coordinación de Marisol Soengas en el espacio Mujer de la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer (ASEICA). ¿Crees que aún existe un sesgo de género en la ciencia? 

–Desde ASEICA-Mujer se está haciendo un trabajo fabuloso y muy necesario para visibilizar los logros de las mujeres en ciencia y que nuestros niños y niñas tengan referentes femeninas en las que puedan inspirarse. Me siento muy afortunada de poder trabajar con el equipo de Marisol Soengas, desde ASEICA está haciendo un trabajo excelente. Los prejuicios y sesgos de género que existen en la ciencia son los mismos que existen en la sociedad. Hay varios estudios científicos que demuestran con datos que las mujeres lo tenemos un poco más difícil que nuestros compañeros para llegar a puestos de relevancia y de toma de decisiones. Por ejemplo en un estudio publicado en PNAS demostraban que la forma mas eficaz de dejar la carrera científica es ser mujer y tener un hijo; tienes una probabilidad de mas del 40% de que tengas que abandonar la carrera científica. La ciencia es muy competitiva y requiere de mucha dedicación. Están continuamente evaluándonos y solicitamos proyectos aproximadamente cada tres años. Si no demuestras durante estos últimos 5 años, es muy difícil conseguir un proyecto y continuar tu trabajo de forma competitiva. Por lo que una baja por maternidad o los cuidados de la familia y hogar penalizan mucho.

–¿Qué soluciones se plantean?

–Hay que legislar para que esto no ocurra y se tengan en cuenta periodos de interrupción o factores de corrección, pero sobre todo hay que concienciar para que el cuidado de los hijos y del hogar sean cosa de dos. La maternidad no es el única problema, hay que combatir los estereotipos y prejuicios asociados a nuestra educación. Este año por primera vez cuando evaluamos proyectos del Ministerio de Ciencia, nos muestran un video e información para evitar sesgos que hacen que las mujeres tengamos menos de posibilidades de conseguir un proyecto de investigación, por el mero hecho de ser mujer.

Lidera uno de los equipos más competitivos y conproyección internacional en Galicia.

–El grupo que lidero está formado por personal investigador joven predoctoral y postdoctoral y personal clínico del CHUAC del servicio de Dermatología y de la Unidad de Mama. Formamos un gran equipo y colaboramos con personal clínico de diferentes servicios del hospital, siempre dispuestos a ayudar. Compromiso, voluntad y talento hace que seamos uno de los equipos más competitivos a nivel hospitalario en Galicia y sin duda en A Coruña y en el INIBIC. El secreto del éxito de nuestro grupo se mide en trabajo y más trabajo y en contar con los mejores. Tengo mucha suerte de estar rodeada de gente muy buena a nivel personal y profesional. Una de mis mayores satisfacciones es formar a investigadores y que puedan en un futuro crear sus propios grupos de investigación o que la empresa pueda explotar su talento.

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