A diferencia de Cataluña, que ha decidido posponer la vuelta al “cole” tras las vacaciones de Navidad, las clases en Galicia del segundo trimestre comenzarán el día 8, tal y como estaba previsto en el calendario escolar. Así lo confirmó el conselleiro de Educación, Román Rodríguez, esta mañana durante una visita a un centro educativo, el CEIP de Vilalonga, en Sanxenxo, donde señaló que “para no entorpecer la conciliación” de las familias, la Xunta opta por mantener la fecha inicialmente fijada.

Mediante una propuesta, el sindicato Anpe había instado a la Xunta a retrasar el regreso a las aulas tras las fiestas navideñas al día 11, en la práctica solo con la pérdida de un día lectivo. Así lo decidieron en Cataluña y la Xunta esta semana aseguró en un momento que era una posibilidad que se estaba “viendo”, aunque dependería en todo caso de criterios sanitarios. Expertos consultados por este diario ven con buenos ojos la decisión catalana de distanciar los festejos de la vuelta a las aulas para incrementar la distancia con el “cole” de posibles brotes que se puedan producir en los encuentros navideños. De hecho, alguno de ellos consideraba que Cataluña era un ejemplo a imitar y, en todo caso, instaban a Educación a tener prevista esa decisión en caso de que la evolución epidemiológica obligase a tomar estas medidas.

Román Rodríguez, en la inauguración del CEIP de Vilalonga @RomanLalin

Esta mañana el conselleiro de Educación, no obstante, enfatizó que “lo normal es mantener el calendario” y que así se hará, así que la vuelta será el 8, dos días después de que los niños reciban a los Reyes. “Si algo nos enseñó la pandemia”, dijo, “es que el sistema educativo influye muchísimo en la vida cotidiana, en la conciliación de cientos, de miles de familias, y no podemos tomar una decisión de este tipo salvo que esté avalada y que esté fundamentada en criterios sanitarios”.

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El sindicato Anpe, impulsor de la petición de demorar hasta el 11 el regreso a los centros educativos, mantiene su recomendación de ver cómo avanza la pandemia y tener en cuenta que si los casos aumentan como consecuencia de las fiestas poder tomar medidas como la vuelta el 11, además de solicitar, como hará Cataluña, una prueba PCR al profesorado a su regreso. A juicio del sindicato, alegar problemas de conciliación no es una respuesta “idónea” a un problema sanitario de tanta magnitud. Antes, proclaman, está la salud de cerca de medio millón de personas que conviven en los centros.