"El lehendakari habla más con el presidente gallego que con la oposición, los sindicatos y los sectores económicos del País Vasco", reprochaba el jueves el líder de la izquierda abertzale, Arnaldo Otegi, tras asistir a una reunión convocada por Íñigo Urkullu para plantear a la oposición el mes de julio como el más idóneo para ir a las urnas. Es cierto, el propio Alberto Núñez Feijóo ha confesado que ha hablado y habla con Urkullu de la cita electoral. Ya en 2012 y 2016 convinieron celebrar comicios en la misma fecha, y en 2020 fijaron el 5 de abril, pero la crisis del coronavirus echó sus planes por tierra. Y a la hora de retomar la tarea pendiente vuelven a coincidir, pero no solo en que julio es el mejor mes para renovar el Parlamento autonómico. Comparten estrategias y discursos.
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Y no solo desde la Xunta y la Lehendakaritza. También la oposición reproduce los mensajes en contra de la firme intención de Feijóo, el barón del PP con más peso y protagonismo, y Urkullu, el líder del PNV, de ir ya a elecciones.
El presidente gallego y el lehendakari primero sondearon el ambiente lanzando la fecha de julio y luego reunieron el jueves, el mismo día, a los portavoces de la oposición para sondear su opinión. Feijóo puso encima de la mesa cuatro informes sanitarios y uno jurídico para avalar su intención. Urkullu expuso tres, uno sanitario, uno jurídico y otro de seguridad. El mensaje, el mismo, la pandemia está ahora controlada, pero a la vuelta del verano son posibles los rebrotes y por ello lo mejor es ir a elecciones cuanto antes.
Otro argumento en el que coinciden el líder gallego y el vasco es la conveniciencia de arrancar en septiembre el próximo curso político con un gobierno que con un horizonte de cuatro años inicie la operación de reconstrucción económica y social.
También propone una campaña de una semana y al convocar elecciones fijar una segunda fecha en otoño por si en julio la situación empeorase.
El propio Feijóo reconocía ayer esas similitudes en el discurso y la estrategia con su homólogo vasco: "Es evidente que los mismos criterios de prudencia y certeza sanitaria son los que escucho del lehendakari y de bastantes líderes políticos vascos. Espero que los socialistas vascos no escuchen lo que dice aquí el secretario xeral del PSdeG que acaba de decir ayer que celebrar elecciones cuando los socialistas vascos dicen que hay que celebrarlas es temerario. En la misma situación se encuentra el lehendakari me encuentro yo, ante la necesidad imperiosa de cumplir las leyes y la necesidad imperiosa de buscar la fecha de menor incertidumbre electoral".
El PSE-EE apoya al PNV en sus intenciones. Por dos razones, porque gobiernan juntos en la comunidad y porque los sondeos prevén un incremento de escaños para ellos.
Los socialistas en Euskadi son parte del Gobierno y en Galicia son oposición. De ahí sus mensajes divergentes. En cambio, el PP aquí y en el País Vasco no discrepan. Carlos Iturgaiz, el presidente de los populares allá, lamenta que la fecha no sea consensuada con la oposición, pero no la rechaza.
Sí son semejantes las consignas lanzadas por BNG y la coalición liderada por Unidas Podemos y por los podemitas vascos y EH Bildu.
Para Otegi ir a elecciones en julio es una "irresponsabilidad en términos sanitarios, económicos y sociales". Y para Ana Pontón, la portavoz nacional del BNG, "no hay garantías sanitarias ni democráticas" para unas elecciones en julio.
Para el portavoz de Galicia En Común, Antón Gómez-Reino, es "una tremenda imprudencia temeraria" y además la urgencia es la reconstrucción del país. Miren Gorrotxategi, su par en Euskadi, defiende que "no es el momento de convocar elecciones sino de concentrar el trabajo para salir de la crisis".
