La cifra de detenidos por la operación de narcotráfico iniciada el pasado sábado de madrugada en la ría de Arousa ya asciende a siete, tras los arrestos practicados entre el domingo y ayer lunes. Por el momento se han alijado unos 3.700 kilos de cocaína, y durante el día de ayer pasaron a disposición judicial los dos arrestados el mismo sábado de madrugada, tras embarrancar en el fango a la altura de Castrelo (Cambados).

Las declaraciones se realizaron por la tarde y por vía telemática, debido a la emergencia sanitaria del coronavirus. Pasadas las 21.30 horas, todavía no había trascendido la resolución judicial.

Asimismo, durante el día de ayer se realizaron varios registros domiciliarios, en localidades como Vilagarcía, Vilanova, A Illa o A Guarda.

Los detenidos son los dos tripulantes de la planeadora que terminó en Castrelo -un vecino de A Illa y un ciudadano peruano-, un hombre arrestado en Cambados, y cuatro personas que fueron apresadas en A Guarda. Entre estas, se encuentran una mujer y uno de los presuntos cabecillas de la organización, indican fuentes solventes.

Está previsto que los cinco detenidos en las últimas horas declaran ante la juez de Cambados hoy martes, también a través de medios telemáticos. De todos modos, las investigaciones siguen abiertas y no se descartan nuevos arrestos. De hecho, los dos tripulantes de la planeadora que durante la persecución tomó rumbo a Ribeira siguen en paradero desconocido.

El sábado de madrugada

La operación estalló en la noche del viernes para el sábado, pero las pesquisas vienen de varios meses atrás. Guardia Civil, Policía Nacional y Servicio de Vigilancia Aduanera organizaron un amplio dispositivo con medios aéreos y navales, y localizaron en las inmediaciones de la isla de Sálvora dos planeadores semirrígidas que presuntamente habían alijado un cargamento de cocaína de un barco nodriza procedente de Sudamérica y que pretendían descargar en la costa gallega.

Al verse sorprendidos, los narcos emprendieron la huida por separado, tomando una de las lanchas rumbo hacia Ribeira, e intentando la otra eludir el cerco policial por mar internándose por la desembocadura del río Umia. Los tripulantes de la primera iban arrojando fardos al mar para aligerar peso y ganar velocidad, y lograron llegar a una playa, desde la cual escaparon por tierra. Mientras, los segundos embarrancaron en Castrelo, y aunque inicialmente también pudieron huir, no tardaron en ser arrestados.

Estos dos, un isleño y un ciudadano peruano, fueron las dos personas que pasaron ayer por la tarde a disposición judicial en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Cambados.

Mientras tanto, durante el día de ayer, los equipos especiales de la Guardia Civil y la Policía Nacional encargados de la investigación (Edoa y Udyco, respectivamente) llevaron a cabo una serie de registros vinculados con los presuntos responsables del alijo.

La Guardia Civil se concentró en las proximidades de un supermercado de O Terrón antes de poner rumbo a A Illa, donde procedieron al registro de al menos un domicilio. Se trató de una vivienda vinculada a C.R., un isleño de unos 30 años que supuestamente iba en la lancha que embarrancó en Castrelo. Realizaron la actuación con el apoyo de la unidad cinológica, de perros especializados en la detección de estupefacientes.

Prácticamente, de forma simultánea se procedía a una entrada en un piso de la calle Rodrigo de Mendoza, en Vilagarcía. Como en el caso anterior, el operativo no pasó desapercibido, tras aparcar varios furgones policiales en las inmediaciones del parque de A Coca. La Policía Nacional entró también en una vivienda unifamiliar de la parroquia de San Miguel de Deiro, en Vilanova.

Al mismo tiempo, durante buena parte de la jornada un helicóptero sobrevoló la comarca para dar apoyo a sus compañeros.

Esta operación antidroga es la más importante en lo que va de año y una de las más fructíferas en cuanto al tamaño del alijo de los últimos años. Además, ha tenido la singularidad de producirse en pleno estado de alarma, con los ciudadanos confinados en sus casas.

Desde la investigación se señala que la droga en el interior de más de 200 fardos de distintos tamaños -lo que dificultó el pesaje de la sustancia intervenida-, de los cuales más de 60 fueron arrojados al mar por los traficantes que lograron escapar.

Desde la sección sindical que la CIG tiene en la Agencia Tributaria se ha vuelto a llamar la atención sobre el hecho de que Galicia sea una de las puertas de entrada de la droga en Europa, de ahí que censuren a los responsables de Vigilancia Aduanera. Según la central sindical, en los últimos años se ha desmantelado en buena medida la infraestructura de vigilancia gallega para fortalecer la existente en Andalucía y el Levante peninsular.

Para el secretario nacional de la CIG en la Agencia Tributaria, Henrique Outeiral, esto es un error, pues buena parte de la droga alijada en el sur iba a ser descargada en tierra en Galicia.