Junio de 2021. Esa es la fecha que Juan Pablo Villanueva, director general de Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), ha fijado esta mañana para la puesta en funcionamiento de la línea completa de la alta velocidad entre Galicia y Madrid. La determinación de la fecha se hace "para cumplir con el objetivo" como explicó sobre las obras en el concello de Vilar de Barrio (Ourense), en el tramo Pedralba de la Pradería-Taboadela, donde destacó "la intensa actividad constructiva" y calificó los trabajos de "ritmo intenso".

As esas alturas, Adif no contempla, "ningún riesgo ni actuación" que pueda comprometer el plazo fijado de junio de 2021 para la llegada del AVE a Galicia. Esta es la primera vez que el Gobierno pone un mes concreto para concluir el tren de alta velocidad. Porque a principios de este emes, la presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera, había situado el horizonte de apertura comercial de esta infraestructura en la "primavera" del próximo año.

"Estamos trabajando, tenemos un plan de obra muy ambicioso, el trabajo es intenso y si no hubiese incidencias en las pruebas, es un plazo viable", apuntó ayer el director general, que confía en que las pruebas de la superestructura se puedan iniciar este mes de marzo y así "intentar optimizar plazos al máximo para poner esta línea en servicio en el año 2021 como está comprometido".

Preguntado en varias ocasiones por los últimos retrasos en la finalización de las obras, cuya conclusión estaba inicialmente prevista para diciembre de 2019 y que finalmente se irá a junio de 2020 -a lo que seguirá la fase de pruebas-, restó importancia a este hecho y apuntó que "no le parece representativo" un retraso de seis meses en "una infraestructura de esta índole y complejidad y con una inversión de 4.600 millones de euros".

A la Xunta no le ha gustado nada el comportamiento de Adif, al que acusa de no haberle invitado a la inspección de las obras ni responder a la solicitud de información sobre el ritmo de los trabajos. Para el Gobierno gallego, lo que ha hecho Juan Pablo Villanueva es "confirmar un nuevo retraso", además de caer en una incoherencia por concretar ya un mes de inicio de la explotación comercial sin tan siquiera iniciar la fase de pruebas de seguridad.