Desde el año 2012, los nuevos diagnósticos de VIH no han dejado de descender en Galicia. No obstante, durante el año pasado se sumaron 123 detecciones del contagio, cuando un año atrás, con 120, se había alcanzado la cifra más baja de la serie desde 2004. Es Ourense en donde más aumentan los casos, desde los 3 de 2017 a los 12 de 2018, aunque también en Pontevedra se detecta una infección más con respecto al dato del ejercicio anterior. Son las provincias atlánticas, Pontevedra y A Coruña, con todo, las que presentan una mayor incidencia.
Aun así, y haciendo un balance del período 2004-2018, en el que se registraron en Galicia 2.772 nuevos diagnósticos de infección por el VIH -y 917 casos de sida-, la incidencia media anual es de menos de 67 casos por millón de habitantes, muy por debajo de la del conjunto de comunidades que declaran las infecciones detectadas al sistema de información, situada en 102,5 durante el mismo período. Ocho de cada diez son varones.
Sanidade explica que la práctica de riesgo más asociada con la infección por el virus en los tres lustros analizados en su último informe es la de las relaciones sexuales, en el 79% de las ocasiones: 51,7% de hombres que tienen sexo con hombres y un 27,5% asociado a la vía heterosexual. Las infecciones por compartir material de inyección para drogas suponen el 16% de los casos, y caen a un ritmo de un 15,7% anual.
Según el informe, los infectados no originarios de España suponen el 19% de casos registrados, "lo que supone la necesidad de diversificar los programas de prevención para adaptarlos a la población inmigrante", señalan desde el Sergas.
