La noche electoral del próximo domingo día 26 en Lalín prevé ser larga y un puñado de votos podría decantar la balanza hacia una posible reedición del cuatripartito o que el popular José Crespo reconquistase el poder tras cuatro años en las siempre frías sillas de la oposición. La encuesta realizada por DYM para Prensa Ibérica y FARO coloca al PP al borde de la mayoría absoluta con un porcentaje de voto semejante al de los comicios de 2015 pues sería capaz de conseguir entre 10 y 11 concejales. En caso de que repitiese los resultados de las anteriores elecciones, la posible entrada en el salón de plenos del Castro Tecnolóxico de Ciudadanos le serviría, en caso de un pacto entre estas dos organizaciones, para gobernar, una vez que la consulta otorga a la formación de Pablo Senande una horquilla de entre cero y un actas. El paro y las condiciones de trabajo son el principal problema para los lalinenses, seguido de las difincultades económicas y la situación de la sanidad. Abandono del rural, servicios y equipamientos y la despoblación preocupan a uno de cada diez vecinos. La gestión política es el octavo motivo de alerta y la contaminación y el estado del medio ambiente, el décimo y último.

El posible vuelco tiene al menos tres protagonistas. Crespo, además de ganar con claridad las elecciones, sería capaz de revertir la tendencia de un PP a la baja en parte del territorio gallego, lastrado más si cabe por el dictamen de las urnas de las pasadas elecciones Generales. La encuesta otorga al que fue alcalde entre 1990 y 2015 el 43% de los apoyos. Otro fenómeno clave sería el varapalo que se llevaría en las urnas la candidatura del actual alcalde, Rafael Cuíña, que perdería hasta 16,3 puntos porcentuales y conservaría solo dos de los seis ediles. En este caso conviene recordar una fecha: el 23 de julio de 2016, cuando su concejal Juan José Cruz abandonó el gobierno y pasó el grupo de los no adscritos. Ahora, como candidato de la Coalición de Centro Democrático (CCD) no repetiría como representante público.

El posible descalabro de Compromiso se traduce en que solo convencería a nueve de cada cien votantes, mientras que en su estreno como candidato, Cuíña Aparicio fue capaz de sumar 3.020 votos o, lo que es lo mismo, el 25,3% de todas las papeletas válidas depositadas por los lalinenses en las urnas. En consecuencia, no rentabilizaría su paso por la Alcaldía.

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Aunque no necesariamente podemos hablar de un trasvase de apoyos, la caída de votos de Compromiso es casi la misma que suman los socialistas. La designación de Nicolás González Casares como candidato al Parlamento Europeo obligó al PSOE a trabajar contrarreloj para buscarle un sustituto y la imagen que acabó en los carteles electorales fue la del histórico sindicalista agrario Román Santalla. El ganadero de Palio sería capaz de lanzar a su partido hasta un máximo de 7 escaños, cuatro más que los que tiene ahora y pasar del 14 al 30% de los votos. La Plataforma Aberta Cidadá (PAC), con la edil de Cultura, Lara Rodríguez Peña de nuevo como candidata tendría garantizada una acta con un porcentaje de voto semejante al de 2015. Más dudas surgen en el caso del BNG de Vilariño, que podría quedarse fuera al obtener la confianza de solo cuatro de cada cien votantes. El Partido Anticorrupción y Justicia (PAYJ) no tendría representación.