El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, criticó ayer al Gobierno central por mantener un silencio que consideró "prohibición" ante su demanda para poder gastar este año los 125 millones de euros en que cifra su superávit contable correspondiente al año pasado, el primer saldo positivo desde que llegó a San Caetano en 2009 cuando la crisis golpeó la economía mundial. Además, ironizó con los llamados "viernes sociales", en alusión a los Consejos de Ministros en que el Ejecutivo ha aprobado medidas de gasto social, pese a la cercanía de las elecciones generales del 28 de abril. "¿Qué mejor viernes social que dejar a las comunidades autónomas que cumplimos las reglas que podamos invertir lo que es nuestro? Eso es un viernes social, los otros son electorales", espetó tras la reunión semanal de su gabinete.

Esta cuestión ha supuesto un nuevo enfrentamiento entre Galicia y el Gobierno socialista de Pedro Sánchez, tras la reclamación de la primera de la entrega de 198 millones de euros correspondientes a una mensualidad de la recaudación del IVA retenidos por el Ministerio de Hacienda.

Feijóo pidió el 27 de febrero por carta a la ministra María Jesús Montero que moviese ficha para desbloquear 295 millones que considera le "adeudan" a la Xunta: 125 del superávit y 170 de incentivos por su rigor fiscal.

Además, criticó los "viernes sociales" por suponer un gasto adicional de 12.000 millones que causará una desviación del déficit público estatal.