Aunque tradicionalmente en Galicia ha imperado la vivienda en propiedad, el incremento del precio de la compraventa y las condiciones menos ventajosas de las hipotecas, han provocado que cada vez sean más los gallegos que optan por el alquiler.

Desde 2004 el número de hogares que viven en pisos arrendados creció un 60 por ciento. Una de cada diez familias opta ya por el alquiler. Aún así, el régimen de propiedad sigue siendo mayoritario (el 78 por ciento de los casos) y hay otro 11 por ciento que reside en viviendas cedidas gratuitamente, según los datos del Observatorio de Alquiler Residencial del Ministerio de Fomento.

El aumento de la demanda de pisos de alquiler ha provocado un incremento de los precios. Según este informe, basándose en los datos de los inquilinos que han depositado su fianza en el IGVS, el alquiler se encareció en Galicia un 3,6 por ciento en 2017, una subida más fuerte que la del 2,4 del año anterior, lo que indica que la tendencia es cada vez a un mayor incremento de las rentas.

En todo caso, el aumento de precios es desigual en el territorio.

Así, en la provincia de Pontevedra el encarecimiento de los pisos en arrendamiento fue del 5,8 por ciento, el más elevado de Galicia, lejos del 2,9 de A Coruña o del 1,7 de Lugo. En Ourense también hubo una fuerte subida de los precios con un 4 por ciento de incremento en el último año.

Esto ha provocado un aumento de las dificultades para costearse la vivienda en alquiler, de manera que las sentencias judiciales por impagos en el arrendamiento crecieron un 58,5 por ciento en el último año.