Las carreteras gallegas son las cuartas con más tramos peligrosos del Estado. Galicia empeora su situación respecto al resto de comunidades puesto que el año pasado ocupaba el quinto puesto. Diecisiete trayectos de la red viaria de Galicia -tres situados en Pontevedra- están marcados en negro por su elevada concentración de accidentes. Y tres de ellos se encuentran además entre los diez de mayor riesgo de toda España.

El puesto número uno del ranking nacional lo encabeza la N-642 que une Ribadeo con Vegadeo (Lugo). El cuarto puesto es para la N-541 que enlaza Pontevedra en el recorrido que va desde la parroquia pontevedresa de Santa Mariña de Bora hasta San Xurxo de Sacos (Cerdedo-Cotobade). Y en noveno puesto vuelve a aparecer otra vía lucense: la N-640 a su salida de Monterroso.

El último informe de EuroRAP, en el que participa el Real Automóvil Club de España (RACE) y el RACC, advierte, en todo caso, de una reducción en el número de tramos peligrosos, tanto a nivel nacional como en Galicia en el último año. En España se ha pasado de 85 trayectos de riesgo a 68. Y en Galicia de 20 a 17.

Este estudio relaciona el numero de accidentes graves y mortales que ha habido en los últimos tres años en un tramo de carretera con la intensidad media diaria de tráfico. Y, en función de estos parámetros, cataloga el riesgo desde "muy bajo" a "muy elevado".

En Lugo hay siete trayectos considerados de peligro "elevado o muy elevado". En A Coruña son cuatro. En Ourense tres y en Pontevedra otros tres.

La mayor reducción de tramos de alto riesgo de accidentes se produjo precisamente en Pontevedra, que el pasado año estaba a la cabeza de Galicia con siete trayectos peligrosos y ahora tiene solo tres.

Se trata de los doce kilómetros de la N-541 entre la parroquia pontevedresa de Bora y San Xurxo de Sacos; de la N-640 entre Caldas y Vilagarcía de Arousa; y de la N-550 que une Paredes, en el concello de Vilaboa, con Redondela.

Pero, a pesar del descenso de tramos peligrosos, la RACE advierte que en España hay tres puntos negros que se repiten año tras año desde 2015. Y, entre ellos, está el trayecto de la N-541 entre Bora y San Xurxo de Sacos. "A pesar de haberlos identificado ya como de alto riesgo no se ha conseguido rebajar la siniestralidad en los últimos tres años", advierten.

En todo caso, en el listado de EuroRAP no aparece otro punto conflictivo de la red viaria gallega: la Autovía Vigo-Porriño, a su paso por Mos. Un estudio de la Asociación de Automovilistas Europeos (AEA), que utiliza el criterio técnico del Ministerio de Fomento, sitúa a este tramo como el más peligroso de España. La identificación de tramos de riesgo varía en función de los criterios que se manejen. Esta asociación mide el Índice de Peligrosidad Media de cada trayecto, que tiene en cuenta el número de accidentes y la intensidad de tráfico del último lustro.

El ranking de tramos peligrosos elaborado por RACE y RACC ha estudiado 1.382 tramos de la red viaria española que suman 24.866 kilómetros. Y ha detectado que unos 3.000 kilómetros tienen riesgo "elevado" o "muy elevado" de accidentalidad. Es decir, el 12,2 por ciento.

En Galicia se analizaron 2.119 kilómetros de la red viaria y se detectaron 315 kilómetros con alta concentración de accidentes. Es decir, un 15 por ciento de la red viaria gallega es peligrosa. Solo Aragón (35 por ciento), Cataluña (16 por ciento) y Asturias (16 por ciento) superan a la comunidad gallega.

Por provincias Ourense ocupa el sexto lugar en España en peligrosidad con un 22 por ciento de su red viaria marcada en negro. Lugo también está por encima de la media nacional, con un 17 por ciento, mientras que A Coruña, con un 11 por ciento, y Pontevedra, con un 10 por ciento, tienen menos kilómetros de riesgo que la media.

En cuanto a accidentalidad el estudio de EuroRAP destaca el tramo de la N-640 entre Caldas y Vilagarcía, con 14 siniestros, cuatro fallecidos y 19 heridos en los últimos tres años. Se trata de una vía con una elevada intensidad de tráfico, con más de diez mil vehículos diarios. Algo parecido ocurre con el tramo entre Paredes y Redondela de la N-550, donde a diario circulan unos 15.000 vehículos, y que registró en el último trienio 12 accidentes, con dos víctimas mortales y once heridos.

En el caso de la N-541 entre Bora y San Xurxo de Sacos, la accidentalidad fue menor (seis siniestros, un fallecido y cinco heridos), pero se considera de mayor peligrosidad puesto que también hay menos tráfico en esta vía (unos 3.900 coches diarios).

Recomendaciones

La asociaciones de automovilistas como la RACC piden al Gobierno extender las inspecciones y auditorías de carreteras a toda la red. Proponen que estos controles sean hechos por entidades independientes y que se califique a las vías por estrellas, de una a cinco, en función de su seguridad (barreras, cruces seguros, protecciones para motociclistas, estado del firme...).

El objetivo, según advierten, es que el 80 por ciento del tráfico de las carreteras españolas debe circular por vías de tres o más estrellas. También reclaman que se extienda al resto de España la prohibición a los camiones de circular por las carreteras nacionales para obligarlos a ir por autopista y que ya se adoptó en la N-340 en Tarragona. Y, por último, el RACC reclama que se revise la señalización y se adapte a una población cada vez más envejecida.