Necesitaban un aerogenerador para estudiar la producción de energía de la forma más fiel posible a la realidad. Se trata de un aparato con las mismas funciones de un molino eólico pero a pequeña escala, como una especie de maqueta. Los que hay en el mercado, con fines educativos, a modo de ensayo, alcanzan costes elevados. ¿Cuál fue la reacción del Centro Integrado de Formación Profesional Valentín Paz Andrade de Vigo? Ponerse manos a la obra y montar un aerogenerador didáctico propio.

Este proyecto de innovación tecnológica, elaborado mano a mano con la compañía Tesla Servicios Integrales de Ingeniería S. L., fue uno de los elegidos por la Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria el curso pasado como modelo de trabajo conjunto entre centros de Formación Profesional, instituciones de investigación o empresas.

El coste del aerogenerador didáctico en el mercado puede superar los 40.000 euros. El CIFP Valentín Paz Andrade recibió financiación del Gobierno autonómico para poner en marcha su creación, realizada en el taller de modo voluntario para todo el alumnado (de distintos cursos) y con la ayuda de los profesores Ubaldo Costas y Carlos Lamela. "Este tipo de trabajos cuentan para nota pero no son obligatorios. A los alumnos suele gustarles mucho porque son muy creativos y prácticos y porque trabajamos en equipo", expresa el profesor Ubaldo. Para este proyecto recibieron 10.000 euros.

"Es una idea de los ciclos de Soldadura y de Moldeado de metales y polímeros", expresa Ubaldo, quien añade que el objetivo era el montaje a escala de un aerogenerador eólico asíncrono de eje horizontal.

El aerogenerador a pequeña escala, que servirá para el aprendizaje de las energías renovables en el Valentín Paz Andrade, con el foco puesto en la eólica, fue creado sobre una estructura de ruedas, que pueden trasladar por el centro.

Con el cuadro eléctrico ya montado, ahora les falta la estructura final. En la parte mecánica, el aerogenerador servirá para simular una instalación normal, con el montaje de las piezas, las velocidades o los cambios de rodamiento. Este año se volverán a presentar: preparan un proyecto para la reparación de bicicletas. Educación puso en marcha estos premios para fomentar la investigación y la innovación en la Formación Profesional. El año pasado entregaba galardones para poner en marcha inventos a 18 centros formativos que colaboraron con 34 empresas o entidades investigadoras.

En esta edición ha duplicado los fondos que destina a financiar estas actividades en los centros formativos. Habilita, en total, 500.000 euros, y los centros tienen hasta el 17 de este mes para presentar sus proyectos. En la convocatoria plantea dos modalidades: en la A Educación elegirá los trabajos cuyo objetivo es mejorar los procesos de producción o la prestación de servicios, impulsando la transferencia tecnológica entre los centros educativos y el entorno productivo. En la B se incluyen los proyectos que buscan mejorar los recursos didácticos

Cerveza artesana con marca propia ('Quilómetro cero'), montaje de impresoras multifuncionales o la elaboración de un prototipo de una unidad ecosostenible para prestar asistencia sanitaria en situaciones de riesgo especial han sido algunos de los proyectos destacados en 2017. Para llevarlos a cabo profesores y alumnos necesitan aliarse con una empresa o un centro de investigación. En el caso de la cerveza artesana, el producto, presentado en 2017, fue el resultado del trabajo conjunto del Instituto de Educación Secundaria (IES) Fraga do Eume (Pontedeume) y la compañía Agroalimentaria do Eume. La impresora multiformato fue obra del Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) Politécnico de Santiago con MakerGal y la unidad ecosostenible para asistencia sanitaria en situaciones de riesgo fue una idea del CIFP Ánxel Casal y el CIFP Politécnico de Lugo junto a Fuertespenedo Arquitectos.