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El último imputado del caso Retablo acepta un año de cárcel y 1.000 euros de multa

El empresario realizó obras para un alto cargo de la Xunta a cambio de una adjudicación

El último de los imputados en la 'Operación Retablo', el propietario de la empresa de restauración Da Vinci, ha aceptado un año de cárcel y una multa de 1.000 euros por un delito de cohecho al haber realizado obras para un alto cargo de la Consellería de Cultura a cambio de la adjudicación de diferentes trabajos de restauración. El empresario no entrará en prisión si paga la sanción y no comete ningún otro delito durante el tiempo que dure la pena.

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