El Gobierno gallego ha dado un paso más en la adopción de medidas para minimizar los efectos de la sequía que ha llevado ya en pleno invierno a decretar la situación de prealerta en la comunidad. El caudal de los ríos se encuentra un 15% por debajo de la media de hace dos décadas y ante la posibilidad de que en los próximos meses se produzca una agravamiento por la falta de precipitaciones, la Xunta quiere anticipar actuaciones para, ante la próxima entrada del verano, "poder garantizar en todo momento el abastecimiento de la población". Por ello, Augas de Galicia -dependiente de la Consellería de Medio Ambiente- ha comenzado a remitir a los concellos una circular en la que les urge a iniciar restricciones, dentro de sus competencias, en el uso del agua, como "limitar" el baldeo y limpieza de calles y el llenado de piscinas, optimizar los recursos empleados en el riego o intensificar las reparaciones de las redes de abastecimiento para reducir las fugas.
En la segunda semana de mayo, la Oficina Técnica de la Seca aprobó las primeras restricciones, pero solo vinculadas a la captación directa y temporal de agua de río, cuya competencia es de la Administración autonómica. Así, se acordó prohibir este recurso para, por ejemplo, regar obras con el objeto de prevenir el levantamiento de polvo por el movimiento de tierras. Esta misma prohibición está vigente para la limpieza de fuentes municipales cuando el recurso se saca de una derivación provisional de un río.
Pero ahora se da un paso más, recomendando a todos los concellos de la Demarcación Hidrográfica Galicia-Costa que tomen medidas para ahorrar agua. Augas de Galicia precisa que al estar todavía en una fase de prealerta, la Xunta no puede imponer legalmente restricciones, por lo que estas tienen carácter de alerta. No obstante, la recomendación es clara, apelando a los gobiernos locales para que fomenten o directamente adopten a través de bandos municipales o reuniones con vecinos o empresas, "medidas de concienciación y de ahorro en el ámbito de sus competencias".
"Una vez transcurridos más de cuatro meses [con respecto al 12 de enero, cuando se extendió la prealerta a toda la comunidad] en los que los indicadores de caudal de los ríos están dando valores por debajo de la normalidad y teniendo en cuenta que entramos en periodo estival, Augas de Galicia está poniendo en marcha medidas de preparación de cara a poder actuar con celeridad en caso de agravamiento de la situación en los próximos meses por falta de precipitaciones. Estas medidas complementarán todas las que se están adoptando en la fase de prealerta: las campañas de concienciación y el incremento de los controles de la guardería fluvial o la limitación de derivaciones temporales para obras", indica la Xunta en la instrucción remitida a los concellos.
Como actuaciones dirigidas a los ayuntamientos para ahorrar agua, el Gobierno gallego señala la limitación del baldeo y limpieza de calles, un uso responsable en todas las instalaciones municipales, restricciones en el llenado de piscinas o la optimización de los recursos en el riego y en la ganadería, especialmente en la cabecera de los ríos y riachuelos. Además, les pide a los concellos que intensifiquen las tareas de mantenimiento de la red de abastecimiento para minimizar las pérdidas.
Tras uno de los inviernos más secos y un mes de abril sin apenas lluvia, la sequía amenaza con arruinar el 60% de la producción de patata e hizo perder el 40% de forraje en el primer corte de hierba en mayo. Y las previsiones son que se mantenga la misma tónica a corto y medio plazo, con lo que se acentuará la escasez de agua, sobre todo en los cauces de los ríos.
