El Parlamento gallego acaba de aprobar por unanimidad una nueva proposición de ley para reclamar al Gobierno central el traspaso a Galicia de la Autopista del Atlántico (AP-9). La iniciativa, que no es la primera, será remitida al Congreso de los Diputados para su tramitación y, si es el caso, debate y aprobación. Pero también necesita en Madrid el apoyo de la mayoría y del Gobierno central. Hasta ahora, todos los intentos de esta reivindicación gallega han fracasado. Entre otras cosas, porque el Ejecutivo alega que se trata de una infraestructura de interés general del Estado porque conecta España con Portugal.

La anterior proposición de ley en este sentido de la Cámara autonómica fue bloqueada por el Gobierno porque, además de defender la pertenencia de la AP-9 a la red estatal de carreteras, también entendía que las arcas del Estado tenían que asumir todos los costes derivados del traspaso.

Así que en un nuevo intento, la iniciativa aprobada ayer recoge leves variaciones con respecto a la anterior, con el fin de precisar que el traspaso de la autopista a Galicia no supondrá ningún cambio económico para las arcas del Estado.

En todo caso, lo que único que se reclama es la titularidad de la autopista, pero no la eliminación de los peajes, como quiso dejar bien claro el PP durante el debate de la toma en consideración de esta proposición de ley.

Con todo, durante el debate, los populares no han podido esquivar las duras críticas de la oposición, sobre todo de En Marea y BNG, que los acusaron de hacer "negocio" con la AP-9 y de obrar a espaldas de los gallegos. Por eso avisaron que no se fían del PP y que esperan que ahora no cambien el sentido del voto en Madrid, como pasó en las anteriores ocasiones.

El PSOE, por su parte, considera que la AP-9, "con deficiencias e insuficiencias", puede gestionarse "mejor" desde Galicia.