A pesar de que distintos cargos del PSdeG reclaman a la gestora gallega que dimita, su presidenta, Pilar Cancela, asegura que no se siente "en absoluto cuestionada ni por el partido ni por la militancia" y asegura que cumplirá con el trabajo que le encomendaron que es organizar las primarias y convocar un congreso del que salga la nueva dirección de los socialistas gallegos. Según explica, el pasado sábado, durante el convulso comité federal que desembocó en la dimisión de Pedro Sánchez, llegó a un acuerdo con el presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, para que se respetaran las ejecutivas provisionales como la gallega. Y por eso pide "respeto y lealtad" para la cúpula interina del PSdeG y que se le reconozca la misma "legitimidad" que la gestora creada en Ferraz.

Cancela anunció que solicitará una reunión con el presidente de esta nueva gestora en Madrid para "trasladarle el trabajo que se está realizando en Galicia" y descartó poner su cargo a disposición. "Hay una gestora federal, todo nuestro respeto, lealtad y legitimidad, el mismo respeto, lealtad y legitimidad que debe tener el PSdeG", aseguró en alusión a las voces que reclaman la dimisión de la gestora.

Tanto el alcalde de Vigo, Abel Caballero, como la secretaria general de la agrupación local del PSdeG-PSOE, Mar Barcón, el exalcalde de Santiago, Xosé Bugallo, o la secretaria provincial de Ourense, Maria Quintás, han reclamado la dimisión de la gestora. Cancela, sin embargo, asegura que "desde el primer momento se quiso debilitar a la gestora gallega" y recordó que ya pidieron su dimisión en varias ocasiones. "No incidamos más en la búsqueda de divisiones", reclamó.

Cancela, que fue la única gallega que apoyó a Pedro Sánchez en el comité federal del sábado, explicó que la delegación socialista de Galicia "no coordinó" su postura porque "ya se sabía lo que iba a votar cada quien". Y defendió que ella actuó conforme "a la opinión de la mayoría de las agrupaciones gallegas".