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¿Un mercado laboral único?

El mayor flujo entre las dos zonas se produce con el traslado de los trabajadores portugueses a Galicia para empleos que aquí no se cubren

En los primeros meses de 2007, la única opción de supervivencia en norte de Portugal era la emigración a España. A la crisis del ladrillo, que allí empezó mucho antes, en 2002, se unió el grave problema de las deslocalizaciones de muchas industrias que, como el textil, encontraron en otros países, especialmente en Asia, costes todavía más baratos de lo que hasta ese momento ofrecía el país luso. En territorio vecino les esperaban los últimos coletazos del boom inmobiliario, que disparó la movilidad entre los dos estados a niveles nunca vistos.

"Uno de los flujos más relevantes es el de trabajadores portugueses de la construcción que encuentran empleo en obras situadas en los alrededores de Vigo. Estos individuos trabajan cinco jornadas laborales a la semana en Galicia. La mitad de ellos permanecen ahí durante la semana, mientras que los más cercanos a su residencia retornan todos los días, utilizando como modo de transporte un turismo particular o una furgoneta. De todos modos, la profunda crisis del sector en España habría reducido notablemente este flujo durante los últimos años", explicaban tres expertos de la Universidad de Vigo -Jorge Falagán, Pablo de Carlos y Pedro Lorenzo- en un profundo estudio sobre la movilidad transfronteriza de trabajadores entre Galicia y el norte de Portugal publicada a finales de 2013 en Contabilidad y Negocios. Esa dinámica de traslados quedó en evidencia en mayo de 2008. La muerte de cuatro obreros lusos en tan solo 72 horas en trayectos de ida y vuelta para trabajar en construcciones en Galicia puso en duda sus condiciones laborales e incluso obligó a las autoridades de uno y otro país a lanzar una campaña de inspecciones en las obras y en las carreteras específicamente destinada a vigilar el día a día del colectivo.

El fenómeno del trabajo transfronterizo "es de innegable importancia", como apuntaba el estudio y como también otro análisis del Instituto de Estudios y Desarrollo de Galicia (Idega) publicó en 2007. Los dos coinciden en lanzar una pregunta. La de si la eurorregión realmente representa un mercado laboral único. No, según los expertos de la Universidad de Vigo. "Por el contrario, se estaría produciendo una segmentación del mismo, causada por las diferencias socieconómicas y socioculturales entre las dos regiones", detallan. El flujo más numeroso está liderado por los trabajadores portugueses "poco cualificados" que vienen a Galicia "a ocupar puesta de trabajo que a los trabajadores gallegos no les interesan". Relaciones laborales "informales y poco organizadas". En 2007, el trabajo divulgado por Idega aventuraba que pasaría lo contrario. La existencia en aquel momento de una integración "elevada" con "evoluciones más próximas en los principales indicadores del mercado laboral, especialmente la tasa de paro".

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