En Arquitectura, Química o en todas las titulaciones de la rama sanitaria el porcentaje de mujeres ocupa un lugar destacado en el ranking del alumnado, en consonancia con las cifras generales en estudios superiores ya que, por ejemplo, en las universidades gallegas, el 57% de los estudiantes son mujeres. Sin embargo, las carreras técnicas se resisten a la conquista de la mayoría femenina. O, quizás, la mayoría femenina se resiste a ejercer su liderazgo en las aulas de los grados más técnicos. La matrícula femenina en titulaciones técnicas es un porcentaje bajo y, además, es inferior al registrado años atrás. En lugar de incrementarse, en la última década el porcentaje de mujeres que estudian una carrera técnica ha descendido desde el 31% hasta el 25%.

En el curso 2004-2005, Ingeniería de Telecomunicaciones en Vigo alcanzó un 28,4% y Forestales llegó al 45,2%; diez años más tarde dichos porcentajes se quedan en un 22,4% y un 31,5% respectivamente. Ingeniería Industrial, por ejemplo, aguanta bastante bien el tirón, pasando de un 26,1% a un 25,7% y Química Industrial es de las de mayor aceptación por parte del alumnado femenino, con un 55% diez años atrás y un 49% en la actualidad. También Ingeniería Técnica Agrícola e Industrias Alimentarias llegó al 58%. No obstante, Ingeniería Informática contribuye a bajar la media, pasando de un 27,4% a un 16% de alumnas. El buen dato de Ingeniería de Minas, por ejemplo, que pasó de un 28% a superar el 30% en diez años, según datos de la institución académica viguesa, no es suficiente para levantar la media. Sin duda el mayor desplome de todo el abanico de ingenierías, ámbito en el que destaca la Universidad de Vigo, es el de Informática, con un descenso del alumnado femenino del 27% al 16% en el caso de Vigo; del 25% al 12% en la USC y del 23% al 14% en la UDC. Estos porcentajes tan bajos provocaron recientemente la reacción del Colegio Profesional de Ingenieros Técnicos en Informática, que piden a los rectores información y políticas de promoción de los grados técnicos para captar alumnado femenino. A Eva Aguayo, profesora de la Universidad de Santiago con experiencia en temas de género, la cifra del descenso no le sorprende. "Me lo esperaba; perviven en muchas carreras los roles de género. Son muchos los factores que inciden, desde la publicidad, los medios de comunicación, la propia familia... Persisten los estereotipos y en el ámbito de la ingeniería existe todavía la percepción de profesión masculinizada, en el sentido de percibir que será más difícil ejercerlo en igualdad", describe Aguayo. Si se observa el listado general de carreras, un título como Bellas Artes, por ejemplo, tiene un 67% de alumnado femenino; Biología alcanza el 60,86%; ADE llega al 61%; Economía al 58%, Comunicación Audiovisual también supera el 60% y Publicidad y Relaciones Públicas se sitúa en el 73%. "En Informática, por citar una cuestión curiosa que lleva a la reflexión, cayó la matriculación femenina cuando se cambió el nombre de la titulación y se le puso: Ingeniería Informática", apunta Aguayo.

La Universidad de Santiago, por ejemplo, con datos de Ingeniería Química, Forestal y Edificación Civil, carreras con mayor cantidad de alumnado femenino entre las ingenierías desde siempre, también detectó un bajón en el número de alumnas inscritas, pasando de un 46,7% en el curso 2004-2005 en las citadas titulaciones, según datos aportados por la propia universidad, a un 38,5%. La Universidad de A Coruña, por ejemplo, mantiene en un 44,8% la matriculación femenina en Edificación; en Náutica y Transporte Marítimo bajó de un 30,3% a un 13,63% y en Caminos bajó de un 37,1% a un 32,9%, según datos recogidos en la web de la universidad. La tendencia en matriculación femenina en los últimos años también es a la baja. Se salva Arquitectura, que pasó de un 47,7% a un 52%. En una respuesta a una pregunta formulada en el Parlamento de Galicia recientemente, se hacía alusión a reflexiones recogidas en el libro: "As mulleres na Universidade: elección profesional", en referencia a la posición femenina en el ámbito de la ciencia y la tecnología. "Pone de manifiesto la desigualdad entre hombres y mujeres en el acceso a la realización de diferentes titulaciones. Ya en el ámbito preuniversitario se observa una clara desmotivación de las mujeres hacia las materias ligadas a las técnicas o a ramas tecnológicas, que contrasta con el alto interés que despiertan en hombres", consta en la respuesta escrita.