Furanchos, alojamientos turísticos ilegales, particulares que alquilan en negro habitaciones o segundas residencias durante el verano... Al turismo gallego no dejan de crecerle los problemas y en tiempos de crisis la competencia desleal se ha convertido en uno de los más importantes. Hasta el punto de que cientos de establecimientos han tenido que cerrar desde 2008. Para tratar de poner orden en el sector turístico gallego, que en la actualidad genera casi el 12% de todos los puestos de trabajo en Galicia, la Xunta peina la comunidad en busca de alojamientos turísticos clandestinos, publicidad engañosa o utilización de una denominación diferente a su categoría. En paralelo, los inspectores de la Agencia Tributaria investigan la proliferación de alquileres vacacionales en negro.

No hay cifras oficiales de la oferta clandestina, pero el sector estima que en la actualidad existen más de 5.000 plazas ilegales en Galicia. Ante esta situación, los hosteleros gallegos urgen un mayor control a las administraciones para que los particulares que alquilen a turistas en verano cumplan las condiciones fijadas para los establecimientos profesionales y paguen los impuestos correspondientes. Hasta dos millones de euros anuales, según cálculos de los hosteleros gallegos, deja de recaudar Hacienda en la comunidad por el auge de la oferta turística clandestina.

Ante las reiteradas denuncias del sector hotelero en los últimos años, la Xunta reforzó la investigación de apartamento y viviendas que se ofertan en el mercado como establecimientos turísticos sin tener la correspondiente calificación legal así como incrementó el rastreo de páginas web donde se ofrecen alojamientos turísticos ilegales. Desde Turismo aseguran que cada vez que llega una denuncia por escrito de particulares o colectivos a algún registro público, "la inspección actúa con la mayor celeridad posible" para hacer cumplir la legislación.

Una de las vías que utilizan los inspectores de la Xunta para dar con los alojamientos turísticos ilegales es el rastreo de anuncios en internet. Este refuerzo del control de apartamentos y viviendas turísticas se traduce en la búsqueda de anuncios de alojamiento en internet que se contratan con las bases de datos del registro de empresas y actividades turísticas de Galicia. Con el fin de mejorar la "efectividad" en el control de las páginas web, varios inspectores turísticos de la Xunta asistieron en Madrid a un curso de la Administración del Estado.

Los inmuebles que se alquilen por temporadas (días, semanas o quincenas) ya no son competencia autonómica, sino que se rigen por la ley estatal de arrendamientos urbanos.

En la actualidad la Xunta trabaja en la modificación de la Lei de Turismo "en coordinación con el resto de comunidades" con el objetivo de dar una "respuesta homogénea a la regulación de las viviendas de alquiler de temporada", según apuntan desde el Ejecutivo gallego.

Antes de que comenzaran las mesas de trabajo con el Gobierno central para la regulación de los alquileres turísticos, la Xunta había anunciado su intención de aplicar a estos inmuebles las mismas condiciones que rigen los alquileres por parte de empresas de alojamiento turístico. Por ejemplo, no se podrán arrendar por habitaciones y como mínimo deberán contar con un dormitorio, sala de estar-comedor, cocina y baño.