El impacto de la crisis sobre el funcionamiento de la Justicia empieza a mitigarse. Tras dos años, 2009 y sobre todo 2010, en los que la cifra de denuncias y conflictos relacionados con despidos, desahucios, embargos o deudas se disparó hasta alcanzar cifras sin precedentes, la litigiosidad ha empezado a contenerse, dando un respiro a los juzgados más colapsados. En Galicia el año pasado la Justicia ingresó 500.237 asuntos nuevos, un 1,42% menos que en 2010. Pero aunque el descenso de la carga de trabajo no fue sustancial, sí ayudó a que jueces y magistrados tuviesen más tiempo para dedicarse a la bolsa de casos pendientes, que entre principios de 2008 y finales de 2010 alcanzó niveles récord al sumar 34.000 asuntos nuevos.

El año pasado esta tendencia se rompió y según los datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), los juzgados gallegos acabaron 2011 con 174.270 asuntos en tramitación, un 5,25% menos que los 183.953 que tenían a 1 de enero. Es la primera vez en siete años que la Justicia gallega logra reducir su pendencia y aunque la cifra de expedientes sin resolver sigue estando lejos de la que había a principios de la década pasada, si se mantiene el ritmo podría bajar a medio plazo de los 150.000 asuntos pendientes.

Dos factores resultaron claves para reducir los expedientes que arrastraban los órganos gallegos desde hacía meses o, en casos extremos, incluso años. El descenso de la litigiosidad, que evitó que la bolsa de pendencia se siguiese engrosando, pero también el esfuerzo de las plantillas judiciales, que consiguieron sacar adelante más trabajo del que ingresaron en 2011, concretamente, 4.984 asuntos más.

Esta reducción, con todo, se hizo notar más en unos órganos que en otros. En la jurisdicción civil, una de las dos más afectadas por la crisis ya que se encarga de tramitar todos los procedimientos por impagos y reclamaciones de deudas, además de las quiebras empresariales y los conflictos de familia, la pendencia cayó un 8,61% al cerrar 2011 con 5.355 casos pendientes menos que a comienzos de año. La progresiva reducción el año pasado de las ejecuciones hipotecarias por impago, los desahucios de inquilinos o los embargos, tres procedimientos que la crisis puso tristemente de moda, permitieron a los juzgados de primera instancia y mercantiles reducir los casos pendientes de 62.003 a 56.648.

La otra cara de la moneda, en cambio, fue la jurisdicción Social, la gran damnificada por la crisis ya que es la que se encarga de tramitar y resolver todo tipo de conflictos laborales. Este tipo de expedientes, sobre todo, los relacionados con despidos, siguió aumentando en 2011 y de hecho los órganos sociales gallegos ingresaron un 5,24% más de asuntos que el año anterior.