Sólo tres consellerías lucirán en sus cuentas del próximo año unos presupuestos con mayor peso que los de este año. Son las de Sanidade, Educación y Traballo e Benestar. En las siete restantes, así como en las partidas destinadas al Parlamento, Consello de Contas, Consello da Cultura o el Consello Consultivo, sus gastos se han congelado o reducido. Obligada por la crisis, la Xunta ha tenido que elaborar unos presupuestos que son inferiores en un 3,3% a los de este año y ha optado por meter la tijera al resto de los departamento para mantener el llamado gasto social, que no es otro que el derivado de las prestaciones de la sanidad, la educación y los servicios sociales.

Así, la Consellería de Sanidade gestionará 3.728 millones de euros, el 33,7% de todo el presupuesto de la Xunta, lo que significa que su protagonismo es un 0,8% superior al aprobado por el bipartito. En Educación, con 2.383 millones, su peso ha pasado del 21,1% al 21,6%. Y Traballo e Benestar se ha convertido en la tercera consellería con mayor presupuesto al hacerse con 988 millones y absorber el 8,9% del gasto total de la Administración autonómica, lo que significa un 0,6% más que este año.

La Conselleria de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas es el departamento que más ha perdido. Sus 907 millones representan dentro de la Xunta un 0,8% menos. El departamento de Agustín Hernández ha asegurado que esto se debe fundamentalmente al recorte de gastos de funcionamiento por integrar en una sola área de competencias lo que con el bipartito estaba en tres consellerías.

El conjunto del gasto social, que ha incrementado su peso relativo en un 2,1%, pasa a representar ahora el 68,5% de los presupuestos, aunque en números absolutos es diez millones de euros inferior al de este año, pues pasa de 7.030 a 7.020.

En total, el presupuesto de la comunidad autónoma para 2010 asciende a 11.052 millones de euros, un 3,3% menos que el aprobado por el bipartito (11.426 millones). La crisis ha hecho caer los ingresos en 1.304 millones y para compensar este descenso se he recurrido a la deuda por un importe de 1.521 millones. La mayor caída, de 503 millones, se ha registrado en los impuestos indirectos, aquellos derivados directamente del consumo. Los directos bajaron en 142 millones y las tasas en 15.

Fondos externos

El recurso al endeudamiento es lo que ha permitido incrementar en un 1,3% la inversión para llegar a los 1.520 millones, 20 más que la aprobada por el bipartito para 2009. Pero no toda la inversión es presupuestaria, es decir, que no salen de las arcas de la Xunta. Son en total 270 millones de euros, de los que 129 los aportará la Sociedade de Inversión Pública tras buscar una financiación al margen de los presupuestos –como por ejemplo mediante créditos– y otros 141 directamente de empresas privadas a las que la Xunta encargará la construcción de determinadas infraestructuras.

Sólo el recurso a la financiación privada es lo que permitirá a este Ejecutivo superar las cifras de inversión del bipartito, sino se quedaría 250 millones por debajo.

¿Cómo funciona esto? Ante la falta de fondos, la Xunta encarga las obras a una empresa y ésta se encarga de construirla y de pagarla. Sólo cuando la obra esté concluida, la adjudicataria comenzará a recibir un canon anual de la Xunta durante un periodo que puede oscilar entre los 20 y los 30 años. "Esto se plantea en términos de coste de oportunidad. Es hacerla o no hacerla", dijo la conselleira de Facenda, Marta Fernández, tras entregar el proyecto de presupuestos a la presidenta del Parlamento, Pilar Rojo, en su reaparición pública tras un mes y medio de baja.

Por este método de la financiación externa, el Gobierno gallego pretende iniciar en 2010 las obras de los nuevos hospitales de Vigo y Pontevedra, comprar el equipamiento para el de Lugo y construir la autovía Ourense-Celanova y la vía de altas prestaciones Carballo-Berdoias.

Un parte importante de los presupuestos se destinará a amortizar la deuda. Serán en total 515 millones de euros. Una cantidad "muy alta", dijo la conselleira, porque el bipartito en una "operación poco usual" firmó créditos con un plazo de devolución de 18 meses cuando lo normal es que se amorticen en 10 ó 15 años. Así que el año próximo el Gobierno gallego deberá devolver 515 millones cuando el promedio de los últimos años es de 270. Por eso Marta Fernández Habló de una "dudosa tesorería".

Ahorro

La conselleira quiso destacar que los programas de austeridad se tradujeron en un ahorro de 276 millones de euros, que es la diferencia entre los ingresos ordinarios y los gastos de mantenimiento, de los que 93 corresponden a las áreas de educación y sanidad. Se rebajaron los costes de alquiler de inmuebles, de material de oficina y de asistencia a reuniones y conferencias, pero lo que más influencia tuvo fue el programa de impulso de los medicamentos genéricos, que permitió ahorrar unos 40 millones.

La conselleira de Facenda, que presentó los presupuestos en el Parlamento acompañada por todo su equipo, no dejó pasar la ocasión para censurar la política económica del Gobierno y su decisión de incrementar los impuestos, tanto el IVA como el IRPF. A su juicio, estas medidas, además de ir en contra lo que hacen los países que están saliendo de la crisis, detraerán el consumo doméstico y harán más difícil superar la recesión.

En contraposición, argumentó que la Xunta no va a incrementar la presión fiscal, a excepción del canon de saneamiento y el eólico, con los que esperar recaudar unos 62 millones de euros adicionales, 37 con la tasa del agua y 25 por la explotación de los parques eólicos.

Pero la crisis y el descenso de los ingresos también hacen inviable, como admitió Marta Fernández, que de momento se puedan cumplir con los compromisos de rebajar el Impuesto de Sucesiones y el Impuesto de la Renta en su tramo autonómico. Marta Fernández dijo que ambas revisiones quedan postergadas, pero no dio fechas.