Una misión de paz muy peligrosa. La ministra de Defensa, Carme Chacón, reconoció ayer que la misión en Afganistán entraña ahora mayores riesgos que nunca, lamentó "errores militares", en alusión a la operación Libertad Duradera que lidera Estados Unidos, y reclamó una nueva estrategia internacional bajo tutela de Naciones Unidas. La titular de Defensa compareció ante la comisión del Congreso para informar sobre el atentado suicida del pasado 9 de noviembre en Afganistán, en el que murieron dos militares, el vigués Rubén Alonso Ríos y el asturiano Juan Andrés Suárez García, y otros cuatro resultaron heridos, tres de ellos gallegos.

Chacón reconoció que se ha producido un "auténtico retroceso" de la seguridad en algunas zonas del país en el último año y que Afganistán vive una situación de "violencia terrorista generalizada" y subrayó que las tropas españolas están en una misión de "imposición de la paz". Parafraseando al presidente electo estadounidense, Barack Obama, aseguró que el último años ha sido "el más mortífero desde 2001" y que los ataques suicidas han aumentado al igual que las bajas, mientras la corrupción y el tráfico de drogas son "rampantes".

Criticó además los "lamentables errores militares" cometidos en Afganistán por la operación estadounidense Libertad Duradera, que ha originado "con demasiada frecuencia" bajas civiles, a causa de los bombardeos, que restan apoyo en la población local.

La ministra detalló el ataque a las tropas españolas en la localidad de Shindand, a unos 110 kilómetros de la base española de Herat, y desveló que el autor ya ha sido identificado -era originario del lugar-, y que hay datos del grupo al que pertenecía.

Interceptado

En su relato, la ministra explicó que una furgoneta cargada con unos 30 kilos de explosivos y conducida por un suicida causó la explosión que acabó con la vida de Rubén Alonso Ríos y de Juan Andrés Suárez García. La furgoneta suicida había sido apartada en un primer momento de las cercanías del convoy, pero minutos después reemprendió la marcha y se lanzó sobre el BMR español que cerraba la caravana formada por 31 vehículos del Ejército afgano, vehículos estadounidenses y españoles. La explosión fue tal que incluso hubiera dañado "fuertemente" a un carro de combate.

Añadió que los tres militares que resultaron heridos leves - el capitán Enrique Dopico, el sargento primero Gonzalo Miguélez y el cabo Alberto Cao- ya fueron dados de alta, mientras que el cabo primero Antonio Cures, que resultó herido grave, permanece ingresado en el hospital militar Gómez Ulla y que su evolución es favorable.

Chacón recordó sus palabras en Herat, donde viajó para coordinar la repatriación de las víctimas, y aseguró que España está en Afganistán porque desde allí "se fraguaron amenazas contra las vidas de miles de ciudadanos inocentes".

Reiteró que España está en Afganistán para "defender la paz y la seguridad de todos, también la de España, y subrayó que los presupuestos para 2009 ponen el énfasis en la seguridad de las tropas en el exterior.

En su intervención, Chacón repitió varias veces que la situación en Afganistán supone una "amenaza global" y consideró que para solucionar el conflicto no existe una solución meramente militar.

Tras abogar por reorientar la estrategia internacional, Chacón ha afirmado que abandonar Afganistán supondría el regreso de los talibanes al poder, la guerra civil, el aumento del crimen organizado, el narcotráfico y el terrorismo internacional.

Por estos motivos, la ministra de Defensa defendió una "revisión estratégica" en Afganistán con la ONU como "coordinadora" de toda la presencia internacional y con su misión, la UNAMA, desplegada en "todos los rincones del país", una modificación de rumbo que contemple además "acelerar" la cesión de competencias a la Administración afgana, mejorar la coordinación entre las dos operaciones militares de Estados Unidos y la OTAN y "evitar a toda costa las bajas civiles".

Chacón abogó por "rectificar el rumbo" y desarrollar "una nueva línea estratégica" en la que la ONU adquiera mayor protagonismo en la dirección y supervisión de las actividades internacionales. "Es preciso que se visualice a Naciones Unidas como la coordinadora de todo el entramado internacional en Afganistán", señaló.